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El secretario de Hacienda y Crédito Público, José Antonio Meade, expresó su confianza que la paridad del peso frente al dólar volverá a la normalidad, ya que el mejor apoyo para el tipo de cambio son los fundamentales de la economía.
“Estamos seguros de que el tipo de cambio va a reaccionar conforme se restablezcan las condiciones de normalidad en los mercados financieros internacionales”, dijo el funcionario, quien señaló que no hay desequilibrios en cuentas externas ni internas, ni niveles preocupantes de inflación, lo que diferencia a México de otros países que presentan dificultades.
El funcionario indicó que pese al entorno de volatilidad, México tiene muchas fortalezas estructurales, entre ellas que es una economía con un tipo de cambio flexible que exige condiciones económicas responsables.
Destacó la solidez estructural de la economía mexicana, ya que hoy en día no tiene ningún desequilibrio, ni en el balance de los hogares ni en el de las empresas, ni en las cuentas fiscales ni en las cuentas externas.
Además resaltó el comportamiento positivo de la inflación debido al trabajo del Banco de México (Banxico), cuyas expectativas están bien ancladas y las tasas de interés se encuentran en niveles históricamente bajos.
En su intervención en el Quinto Encuentro de Educación Financiera, organizado por Banamex, Meade afirmó que el sistema bancario es un factor que apalanca el desarrollo.
Consideró fundamental que México siga enviando mensajes de certidumbre y sólo se logrará a través de la preservación de la estabilidad macroeconómica.
Por su parte, el gobernador de Banco de México (Banxico), Agustín Carstens, afirmó que es indispensable mantener políticas fiscal y monetaria responsables y sostenidas en el largo plazo, sobre todo en el entorno de crisis actual.
Carstens dijo que México se encuentra en una posición privilegiada y “sería lamentable que dejásemos pasar de largo esta oportunidad”.
Aseveró que el país cuenta con estabilidad económica fundamentada en una política fiscal disciplinada y responsable, así como con una política monetaria prudente y firme con el objetivo de mantener la estabilidad de precios.
El gobernador del banco central indicó que esta situación contrasta con la que prevalece en muchas de las economías avanzadas en el mundo, que tienen graves desequilibrios fiscales, amenazas de quebrantos financieros y dilemas entre la indispensable responsabilidad fiscal y el mayor crecimiento económico.
Consideró que las políticas fiscal y monetaria responsables y prudentes, junto con un marco jurídico y de regulación apropiado, “son los insumos para generar certidumbre y confianza”.
“El banco central debe ofrecer respuestas e intensificar esfuerzos para preservar la confianza en la moneda en curso, de lo contrario no estaría cumpliendo sus funciones primordiales”, señaló Carstens.