Tiempo de lectura aprox: 2 minutos
No se trata de un negocio menor. Por sólo mencionar algunos de los clientes de las calificadoras, se encuentran decenas de compañías que realizan emisiones de deuda de mediano y largo plazo. Además, las agencias califican la deuda de los estados así como las emisiones que realiza el gobierno federal y sus principales paraestatales: CFE y Pemex.
En México, además, sí se busca obtener una buena tasa en los mercados de valores, entonces la calificación tendrá, forzosamente, que provenir de los escritorios de los analistas de Moody´s, Standard & Poor´s (S&P) o Fitch Ratings, sin importar que las grandes evaluadoras del riesgo en los mercados internacionales se encuentren en el ojo del huracán después de varios descalabros en su historia reciente. Ahora mismo, los gobiernos de las principales economías del mundo pugnan por regularlas aún más.
Pero los análisis fallidos en medio de la estrepitosa caída de Enron, los descalabros de la multinacional Parmalat, la crisis de las hipotecas subprime y, por supuesto, la degradación de la deuda del gobierno estadounidense que arrastró a los mercados financieros internacionales, son sólo algunos casos que han colocado a estos actores de la industrial del capital a dos fuegos y al alcance de feroces críticas que las señalan como protagonistas de claros conflictos de interés que han hecho omisos a sus experimentados analistas en el pronóstico de las más profundas crisis de pagos.
Hace apenas dos años, la Comisión de Competencia dela Unión Europeaa cargo en ese entonces de Neelie Kroes, la mujer que puso en jaque a Microsoft, Intel y Sun Microsystems, mantenía una investigación contra S&P por su posición dominante en el mercado europeo de valores. Si bien, Kroes, en esta indagatoria, sólo se concentró en la posición de control que aparentemente exhibe la subsidiaria de McGraw-Hill en el mercado del pago de licencias para el uso de códigos de seguridad para la emisión de valores (International Securities Identification Numbers –ISIN´s, que identifica a las emisiones de deuda), se trató del primer paso para analizar a fondo la situación de las calificadoras de riesgo en el mercado europeo. Kroes externó su preocupación en torno a las barreras de entrada que podrían existir en el negocio de las calificadoras y aseguró recientemente estar sorprendida de que en las grandes ligas de los mercados de valores sólo operen tres jugadores: S&P, Moody´s y Fitch Ratings.
Este viernes, la Comisión de Valores de Estados Unidos (SEC), por su siglas en inglés, informó, de acuerdo con un reporte del diario El Mundo, que ha detectado “fallos evidentes” en el funcionamiento de las agencias de calificación crediticia en el país, tanto en los procedimientos y la metodología de análisis o en la publicación de sus ‘ratings’.
En un informe realizado tras examinar a diez agencias de calificación crediticia que operan en el país, la SEC destaca que, pese a los cambios realizados por algunas de las entidades analizadas para mejorar sus operaciones, ha identificado varios motivos de preocupación en cada una de ellas, indicó portal del Mundo.
En concreto, las investigaciones de la SEC han constatado la existencia en algunos casos de errores “evidentes” en el seguimiento de los procedimientos y las metodologías de los ratings, en la publicación oportuna y precisa de los análisis, en el establecimiento de estructuras internas de control eficaces en los procesos de análisis y en la gestión de forma adecuada de los conflictos de intereses.