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Los mercados financieros han lanzado mensajes de inestabilidad en el primer trimestre, sin embargo, Bank of America Merrill Lynch tiene elementos para pensar que en el 2011 las acciones tendrán un mejor desempeño que los bonos en el mercado de Estados Unidos.
Para eso BofA ML Global Research tiene tres razones de soporte y son, en primer término, que a pesar de todos los eventos “cisne negro” del primer trimestre, hubo pocos flujos hacia la seguridad de los bonos. Que lo atribuye a una cuneta inflacionaria.
Un segundo elemento es las compañías están bien posicionadas, armadas con altos niveles de efectivo y poco apalancamiento, por lo que pueden incrementar los dividendos, capex, fusiones y adquisiciones y recompra de acciones, todas las cuales son positivas para el mercado accionario. Y un tercer elemento es la abundante liquidez.
Michael Hartnett, estratega en jefe para Renta Variable Global de BofA ML indica que la postura del Comité de Investigación en Inversiones (RIC) a largo plazo sigue siendo el aprovechar choques de debilidad del mercado para incrementar la asignación a acciones que ofrecen crecimiento, rendimientos y calidad.
Aún con la confianza en que el 2011 será alcista para las acciones, no tenemos prisa en inmediatamente agregar posiciones agresivas. El sentimiento accionario es alto, los precios del crudo siguen elevándose, y la relajación cuantitativa de la Fed termina en junio, dice Hartnett.
De ahí que la postura de largo plazo del RIC siga siendo aprovechar choques de debilidad del mercado para incrementar la asignación a acciones que ofrecen crecimiento, rendimientos y calidad, agrega Hartnett.
Para el especialista, el incremento de la asignación de activos a acciones de crecimiento de alta capitalización en dos puntos porcentuales a expensas de las de valor de alta capitalización, hecha este mes es una decisión que refleja tres factores, en primer lugar el crecimiento por debajo de la tendencia a mediano plazo favorece a las acciones de crecimiento sobre las de valor.
Un segundo elemento es que el crecimiento de las ganancias podría estar tocado fondo lo que históricamente favorece acciones estables de crecimiento y, finalmente, indica una preferencia por acciones de crecimiento se alinea mejor con nuestra posición neutral hacia los sectores financiero y energético de Estados Unidos, expuso.
Todo esto, expresa Hartnett, dentro la consideración RIC de que estamos en una etapa de bajo crecimiento económico, bajas tasas de interés y alta liquidez, lo que debe apuntar a los portafolios hacia las acciones, los commodities, los bonos corporativos, acciones de crecimiento de alta capitalización, así como acciones de mercados de Estados Unidos y emergentes.
Los riesgos de este panorama son un crecimiento del PIB de Estados Unidos, Europa y Japón por encima de la tendencia o un pico estanflacionario en inflación y en rendimientos, advierte Hartnett.