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México se mantiene vulnerable a una desaceleración cíclica en caso de que la recuperación de Estados Unidos sufra algún tropiezo por la continua alza del petróleo, advierte BofA Merrill Lynch Global Research, que es una de las entidades de análisis que no ha modificado su pronóstico de crecimiento para el país en este año. Al respecto, el economista para México del banco de inversión, Edgar Camargo, señala que mientras los altos precios del petróleo no tengan un impacto negativo adicional sobre las expectativas de crecimiento en Estados Unidos, estaremos cómodos con nuestra proyección de crecimiento PIB 2011 del 4% para México.
BofA ML hace un repaso de la forma que los países han hecho frente a los choques por la situación en el mundo árabe, que afecta los precios del petróleo; las consecuencias de la catástrofe en Japón, a los que agrega las situación de las tasas en Europa, la inflación en China y los riesgos de estancamiento económico en Estados Unidos. Dicho análisis sirve de soporte para presentar su recorte a la expectativa de crecimiento que tiene para la economía de Estados Unidos en el primer trimestre a “un relativamente anémico 1.5%”, desde 2.2%; pese a que “los mercados han absorbido los choques con una visión bastante optimista”.
En México el mercado interno por fin empezó a dar buenas señales, aunque se estima una recuperación gradual, acompañada de la creación de empleos formales, así como por el efecto de la demanda externa, en particular del sector manufacturero estadunidense, que influyó en un robusto crecimiento de la producción industrial de 6.6% en enero, señala Camargo. Con respecto a la moneda, explica el especialista, los fundamentales continúan indicando fortaleza, pero las abundantes colocaciones han sentado un límite para el descenso de la paridad con el dólar. Seguimos considerando al peso como una divisa subvaluada, pero recalcamos que las colocaciones a largo plazo del peso son sustanciales y representan un riesgo a corto plazo.