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El peso mexicano se debilitó este miércoles, en una jornada caracterizada por incrementos en el precio del petróleo ante la crisis en el Medio Oriente y los temores de que otro importante productor de la OPEP sea afectado por la inestabilidad en el mundo árabe, señaló Eduardo Ricou, ejecutivo de Saxo Bank.
La escalada del conflicto particularmente en Libia, ha hecho que los inversionistas se desprendan de activos de riesgo, como acciones y monedas de países emergentes y hayan emprendido un regreso a otros más seguros, como lo son los Bonos del Tesoro de los Estados Unidos, este cambio provoca una caída en los rendimientos de los títulos gubernamentales, al tiempo que perjudica a los mercados emergentes, explicó Ricou.
En el caso particular de México, si bien el alza del petróleo puede beneficiarlo, debido a que ese “commodity” es una parte importante de sus exportaciones, por otro lado también puede perjudicar el poder adquisitivo de los consumidores de EU, destino de 80% de sus ventas foráneas.
A ello se suma que las ventas minoristas crecieron 2.6% en diciembre frente al 2.4% del mes previo, aunque todavía se trata de un número bastante decepcionante, pues está muy por debajo del 4.4% visto en el pasado mes de octubre, explico el ejecutivo senior de Saxo Bank.
Si bien, agrega, una parte del menor crecimiento se debe a los efectos de la base de comparación, el resultado podría ser una preocupación para aquellos que buscan un repunte en la demanda interna en comparación con la demanda externa.
De momento, el tipo de cambio no ha tomado nada bien estos datos y ahora está por encima de los mínimos del 23 de febrero en 12.081.
La volatilidad en los mercados cambiarios de opciones para el peso frente al dólar permanece en un nivel bajo, con un diferencial entre la volatilidad histórica y la implícita en 0.125 frente a su máximo de 5.229 del 10 de enero, agregó Ricou.