Tiempo de lectura aprox: 1 minutos, 57 segundos
La economía mexicana experimentará un vigoroso crecimiento en los próximos dos años, con incremento en el consumo familiar asociado por un elevado dinamismo del crédito bancario y un nivel de financiamiento para las empresas que permitirá atender la demanda al ritmo del ingreso disponible de los hogares, así lo señala el grupo financiero BBVA Bancomer.
Agrega un estudio de la entidad bancaria que las perspectivas de crecimiento de la economía mexicana han mejorado en línea con las de EU, con el mantenimiento de unas favorables condiciones de financiamiento y con su difusión en el mercado doméstico a través del empleo.
Las perspectivas de inflación auguran crecimientos del INPC no superiores a 4%, aunque advierte sobre la presencia de un sesgo en el balance de riesgos como consecuencia de los incrementos en los precios internacionales de las materias primas, pese a que hasta el momento no han tenido efectos relevantes.
El entorno internacional tendrá una fuerte expansión, calculada para el bienio en 4.4%, apoyada fundamentalmente por las economías emergentes y mantendrá una disparidad con los niveles que experimenten los países desarrollados, continúa el análisis.
En 2010 el PIB creció 5.2%
Estima que tras haber crecido 5.2% en 2010, resulta razonable esperar que México mantenga en el bienio 2011-12 una tasa de variación del producto interno bruto (PIB) de 4% anual en promedio (4.3% en 2011 y 3.8% en 2012).
El consumo interno será un soporte para mantener el crecimiento debido a que observa un tamaño relativo como proporción del PIB es elevado, en torno a 70%, aunque por persona y ajustando por capacidad de compra, la comparación no es tan favorable: el gasto sigue siendo bajo.
Como consecuencia, por efecto de la penetración del financiamiento y de una mayor proporción en la cobertura de las necesidades básicas, el consumo presenta una condición de volatilidad, advierte BBVA Bancomer.
Prevé un crecimiento del crédito bancario de 10%, para colocar la oferta en niveles promedio del periodo 2003-2008 lo cual llevaría a un aumento adicional del consumo de entre 0.4 y 1.6 puntos porcentuales.
En cuanto al tipo de cambio y tasas de interés de largo plazo, Bancomer espera que se mantengan consistentes con el escenario de expansión cíclica, con una tendencia de apreciación del peso, que estaría favorecida además por la entrada de flujos de capital que buscan rentabilidad.
De ahí que, las tasas largas seguirán evolucionando en línea bajo las mismas perspectivas de crecimiento y de una mayor cercanía del comienzo de la etapa de tensión de las políticas monetarias globales, dice.
Debilidad persistente en los países desarrollados
En cuanto a la situación financiera de los países desarrollados el análisis de BBVA Bancomer arroja que las tasas de interés en los países desarrollados se mantendrán bajas por un periodo prolongado, espera que una reducción de las tensiones en Europa induzcan a una apreciación del euro frente al dólar en el corto plazo, sin embargo con una tendencia a largo plazo de depreciación de la moneda europea.
El dinamismo de la economía global provendrá de las naciones emergentes, y para las naciones desarrolladas BBVA Bancomer espera ver un creciente desacoplamiento en el que Estados Unidos continúe creciendo más que Europa y, dentro de Europa, los países centrales están creciendo más que los periféricos.
Para Estados Unidos eleva la estimación de crecimiento para llevarlo a 3% en 2011, debido a que se reduce la expectativa de una nueva caída, pero que no será suficiente para para reducir significativamente el desempleo y para apoyar un fuerte crecimiento del ingreso disponible.