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GRZEGORZ W. KOLODKO, ex Ministro de Finanzas de Polonia
“Las economías de Europa del Este se están latinizando por la falta de instituciones fuertes”
¿Qué sucedió con Polonia tras la caída del Muro de Berlín en términos económicos?
Polonia tuvo que moverse de manera pacífica hacia una economía compatible con el sistema capitalista, nos vimos obligados a abrirnos al mercado, a transformar nuestro sistema socialista, también debido a presiones por parte de Estados Unidos. Esto hizo a la globalización un fenómeno realmente global.
En Europa Central, Polonia era un mercado tan importante como lo es México en América Latina, aunque a nivel mundial no sea tan relevante. Nuestra contribución para el mundo es sólo del 1%; tenemos una población de 38 millones de personas, lo que significa 0.55% de la humanidad total.
La caída del Muro cambió al mundo de una manera inimaginable y desató una serie de reformas en la parte central y oriental de Europa.
Aunque hemos perdido seis puntos porcentuales de crecimiento, al pasar de 7% en años anteriores a 1% actual, Polonia es el único país de la Unión Europea y miembro de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) que en tiempos de crisis ha registrado números positivos en crecimiento.
Con la actual crisis mundial lo que se necesita es una transformación económica estructural, donde se realicen modificaciones profundas a las instituciones y continúe la apertura de mercado.
¿México y Polonia comparten características políticas o económicas?
De un tiempo para acá ya se está hablando de una “latinización” de la economía de los países de Europa del Este, esto por la falta de instituciones fuertes, principalmente, como sucede en México y Argentina, por ejemplo.
Polonia, como México, también es un país emergente, con problemas de exclusión social, pérdida de empleos y aumento en la migración (en los últimos años, 1.8 millones de personas han salido del país hacia otras regiones de la Unión Europea).
¿El Consenso de Washington está muerto?
Creo que el Consenso de Washington como tal está muerto, sin embargo, el neoliberalismo no está muerto. Pero si no les gusta el neoliberalismo entonces ¿qué? ¿El socialismo de Hugo Chávez en Venezuela, el de Putin en Rusia? Lo que debemos concentrarnos es en lo que sigue.
¿Qué alianzas económicas y empresariales pueden tener México y Polonia?, ¿cuáles son los sectores de cooperación entre ambos países?
El potencial de inversión que México tiene con Polonia y viceversa es muy grande. Buscamos que la cooperación entre ambos países gire en torno de la infraestructura, lo social y la tecnología.
Polonia exporta a México partes automotrices, maquinaria pesada, partes electrónicas y gluten, por ejemplo; e importa, principalmente, partes telefónicas y automotrices.
Nuestro país tiene que ofrecerle a México dulces, ingredientes y condimentos, bebidas y cuero; y México tiene que ofrecerle a Polonia comida, salsas, tequila.
Asimismo, estamos viendo la posibilidad de cooperar con México en el sector de energía, en cuanto a la innovación de tecnologías de producción y distribución de la misma.
¿Cuáles son sus proyecciones en cuanto a la expansión de la Unión Europea?
Ya hay un síndrome que yo llamaría Efecto de Expansión, porque desde 1995 la UE comenzó a expandirse con la adición de Finlandia, Dinamarca y Austria, economías institucionalizadas, avanzadas y sofisticadas económicamente.
El proceso de expansión no ha terminado. Yo creo que dentro de dos o tres años, Croacia será el miembro número 28.
La tendencia tanto en Europa del Este como en Europa Central es favorable para la expansión de la UE. Nadie está en contra de que traigamos a la Unión a los países bálticos.
Sin embargo, hay otro pensamiento sobre Bulgaria, ya que es un país que tiene muchos problemas de migración, instituciones débiles, mucha burocracia, crimen organizado. Países como estos tienen que hacer un poco más para ser completamente compatibles con la Europa Central.
En diez años yo creo que tendremos en la UE a todas las naciones que nacieron de la ex Yugoslavia, no sólo Croacia, sino Bosnia Herzegovina, Montenegro, Serbia, Macedonia y Kosovo. Tal vez después de eso el proceso de expansión se detenga por un tiempo.
Respecto a Turquía, también podría ser aceptada dentro de la UE en diez años. Muchos dicen que la UE no quiere a Turquía por ser un país musulmán; otros dicen que la Unión tiene que probar al mundo que el ser musulmán no es un factor de discriminación, que sí podemos trabajar juntos.
Tal vez para el 2020, Ucrania podría unirse a la UE. También otras naciones de Europa del Este podrían hacerlo, como Bielorrusia y Moldova.
En mi próximo libro, que será publicado este año en inglés, hago una proyección. Dentro de 50 años la zona del Lexi, es decir, Bulgaria, Turquía, Rumania, Rusia, Georgia y hasta algunas naciones de África del Norte como Marruecos, Túnez y Argelia, se unirán a la UE como miembros completos o como miembros asociados. Hace unos años, para Polonia era sólo una fantasía imaginar que podía ser parte de la UE, pero las cosas cambian en el futuro.
GRZEGORZ W. KOLODKO, economista y experto en políticas de desarrollo y transición, es uno de los artífices de las reformas económicas de Polonia del socialismo al capitalismo. Durante su periodo en el Ministerio de Finanzas (1994-1997), Polonia se convirtió en miembro de la OCDE.