Los gobiernos no necesitan primeras damas, necesitan ciudadanas comprometidas: Lili Campos.

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    En la ciudad de Taxco, Guerrero, en donde la población lucha por conservar este destino turístico y pueblo mágico entre los más visitados del país, la ex presidenta del DIF, Lili Campos, asegura que la reivindicación de los derechos de las mujeres deben ser una de las promesas que cumpla

    Campos es esposa del candidato de la coalición PRI-PRD a la alcaldía de Taxco, Omar Jalil y aunque en redes sociales ha destacado por su cercanía y reconocimiento de los habitantes de Taxco, su mayor empatía se genera en los puerta a puerta que realiza. Para ella el contacto personal con mujeres y niños es lo más importante.

    Lili pone de pie a todos a bailar al son del jingle de campaña, es combativa en redes sociales, sube tiktoks que se vuelven un hit y tiene pounch en la arenga. Como ya fue presidenta del DIF cuando su esposo fue Presidente Municipal hace un trienio, la gente la ubica sobre todo por las ayudas sociales que en ese momento estaban vigentes.

    “7 de cada 10 mujeres en Guerrero contribuimos en la economía del hogar. Necesitamos ser reconocidas como generadoras de economía”, dice a Fortuna esta mercadóloga tapatía, casada con el político guerrerense, con quien ha procreado dos hijos.

    “Te voy a decir algo, la esposa que no está en campaña escuchando a la gente no va a estar con ella, codo a codo, desde el DIF, atendiendo sus necesidades” dice categórica Lili Campos cuando se le cuestiona su intensa participación en la campaña.

    “Porque en el DIF no necesitamos primeras damas. Porque no hay primeras, ni segundas, ni terceras damas. En el DIF tampoco necesitamos presidenta, sino trabajadoras. Gente que haga por los demás. Ahí sí, yo voy a ser la primera trabajadora del DIF, para apoyar las necesidades de la gente y regenerar el tejido social”.

    A últimas semanas el machismo político la ha vuelto blanco de ataques en las redes sociales taxqueñas. Las granjas de bots critican sus bailes, sus porras y el arrastre y mancuerna que hace con su marido. Pero lo único que han provocado es subirle el número de seguidores.

    Sólo en el segundo año del gobierno 2015-2018, Campos estuvo al frente del apoyo alimenticio diario a más de 8 mil taxqueños, así como múltiples apoyos para personas con discapacidad, niños con padecimientos  y mujeres jefas de familia.

    Por eso en las giras se le arremolinan sobre todo las mujeres. Le entregan peticiones. Su equipo registra el nombre de cada uno. “No podemos esperar a llegar de nuevo a la alcaldía, a esta gente hay que apoyarla ya mismo”, dice.

    Lili Campos arenga arriba del templete y enciende los ánimos. Entusiasma a la gente. Cuando termina su discurso,  toma la palabra el candidato Omar Jalil, que ya ha sido alcalde y diputado. “Uno se enamora más así, nomas de escucharla hablar” remata. La gente se entrega en aplausos. Es otra esposa en campaña, con luz propia, sumando votos.