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A finales de enero del presente año se dio una de las noticias más importantes del ámbito deportivo: luego de una filtración, el periódico El Mundo dio a conocer el contrato del futbolista Lionel Messi.
Según el diario español, el argentino habría firmado para el periodo 2017-2021, por 555 millones de euros, casi 674 millones de dólares. “El contrato individual más caro en la historia del deporte”, tituló El Mundo.
Y, sin embargo, existen deportistas que, por la naturaleza de sus competiciones, pueden hacer más dinero en una temporada.
Según la revista Forbes, por ejemplo, el pasado 2020 los cinco deportistas mejor pagados fueron el tenista suizo Roger Federar, con 106.3 millones de dólares; el futbolista portugués Cristiano Ronaldo, con 105 millones de dólares; el propio Messi, que ese año hizo 104 millones de dólares: el futbolista brasileño Neymar Jr, con 95.5 millones de dólares y el basquetbolista LeBron James, con 88.2 millones de dólares.
Sin embargo, advierte Juan Cruz Acosta Güemes, director de la gerenciadora de patrimonio FDI, hacer mucho dinero en la juventud no garantiza tener un retiro millonario. Y cita algunos ejemplos.
Además de vivir endeudado, el futbolista brasileño Ronaldinho vive en arresto domiciliario luego de pagar 1.6 millones de dólares de fianza por tratar de ingresar a Paraguay con un pasaporte falso.
Y no es el único. El basquetbolista Allen Iverson —el más valioso de la NBA en el 2001— dilapidó en excentricidades una fortuna de 154 millones de dólares. El boxeador Mike Tyson terminó declarándose en quiebra luego de gastar en lujos y fiestas otros 300 millones de dólares.
De hecho, estimó, aunque los jugadores de la NFL ganan un promedio de 1.9 millones de dólares al año, el 15% de ellos terminará declarándose en quiebra.
“La extravagancia en el nivel de vida se vuelve lo cotidiano. Como ‘el dinero sobra’, se pierde conciencia de su real valor. Y algunos se acostumbran a vivir como si tuvieran garantizado el mismo nivel de ingresos durante el resto de su vida cuando es evidente que no será así, salvo para los pocos que luego se conviertan en entrenadores de élite”, explicó.
Y advierte: “A excepción de que pueda generar nuevos ingresos al finalizar su carrera profesional, normalmente el deportista deberá vivir el resto de su vida con lo que pudo acumular. Será clave cuánto supo ahorrar y cómo lo invirtió”.
Según la Guía PKF Attest para deportistas profesionales realizada junto a la Asociación de Futbolistas Españoles (AFE) casi el 60% de los deportistas de élite realizan alguna inversión empresarial a lo largo de su carrera profesional en la que pierden el 100% de lo invertido.
Dichas inversiones aparecen como “prometedores negocios” en bodegas, aceites refinados o líneas de ropa que buscan la firma y el aval del deportista para su creación.
“Disciplina y buen asesoramiento le garantizan al deportista y su familia que pueda sacar el máximo provecho económico a su carrera profesional. Sería muy saludable ver que las instituciones deportivas ofrecieran educación financiera a sus deportistas profesionales o a quienes van en camino a serlo”, sostuvo el ejecutivo.
Por Raúl Castro-Lebrija