¿Debe preocuparnos la inflación? La escalada en precios compite con la recuperación

Inflación

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El Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI) informó hoy que en la primera quincena de abril de 2021 el Índice Nacional de Precios al Consumidor (INPC) registró una inflación de 0.06%  respecto a la quincena inmediata anterior; con este resultado la inflación anual se ubicó en 6.05 por ciento. En el mismo periodo de 2020 las variaciones fueron de (-)0.72 % quincenal y de 2.08 % anual.

De acuerdo con el INEGI, el índice de precios subyacente[1] tuvo un aumento de 0.18 por ciento quincenal y de 4.13%  anual; por su parte, el índice de precios no subyacente presentó una disminución quincenal de 0.28 % y un incremento de 12.21% anual.

Al interior del índice de precios subyacente, a tasa quincenal, los precios de las mercancías crecieron 0.29 % y los de los servicios 0.06 %

De acuerdo con el Banco Base, durante las primeras siete quincenas del 2021 se han observado presiones inflacionarias significativas, lo que ha llevado a la inflación general a ubicarse en una tasa anual de 6.05% durante la primera quincena de abril, su mayor nivel desde la segunda quincena de diciembre de 2017.

En 2020, particularmente a partir de la segunda quincena de marzo, se comenzaron a observar disminuciones significativas en precios a raíz de la pandemia del Covid19. El cese de operaciones de varios sectores de actividad económica y el efecto negativo que esto tuvo sobre los ingresos de las familias, ocasionaron una caída importante en la demanda por varios bienes y servicios. Por la ley de la oferta y la demanda, la disminución de la demanda ocasionó una disminución general del nivel de precios.

Considerando datos quincenales, en el primer trimestre del 2020 el incremento en precios fue de 0.30%, luego de un incremento de 2.02% en el último trimestre del 2019. El componente subyacente tuvo un incremento trimestral de 1.02% en el primer trimestre del 2020, pues, aunque se observaron caídas en precios de servicios, se elevaron los precios de mercancías alimenticias.

No obstante, el componente no subyacente mostró una caída en precios de 1.85% en el primer trimestre y de 1.09% en el segundo trimestre del 2020, al caer la demanda por combustibles y los precios de la energía a nivel global. Por lo anterior, la inflación anual en abril del 2020 se ubicó en 2.15%, su menor nivel desde diciembre del 2015 cuando se ubicó en 2.13%, la menor inflación en registro.

El efecto aritmético, o de baja base de comparación, surge de la disminución mensual de precios en marzo (-0.05%) y abril (-1.01%) del 2020, por lo que un año después al momento de obtener la inflación anual, se observa un incremento, incluso si los precios se mantuviesen constantes. Para efectos de comprender la dimensión del efecto de baja base comparación, si se hace el supuesto de una inflación mensual de 0% en marzo y abril del 2021, la inflación anual pasaría de 3.76% en febrero a 3.81% en marzo y 4.87% en abril.

Este efecto tiene la capacidad de distorsionar las expectativas, pero es el menos preocupante, ya que son las presiones inflacionarias las que representan un riesgo relevante para las expectativas de largo plazo.

Presiones inflacionarias tras la reactivación económica

Un año después de que iniciara la pandemia del Covid19, la mayoría de los países ya habían iniciado un proceso de vacunación y de reapertura económica. Por la ley de la oferta y la demanda, un incremento acelerado de la demanda por bienes y servicios ocasionó incrementos en precios, tanto del componente subyacente en mercancías y servicios, como del componente no subyacente, principalmente en precios de energéticos.

En el primer trimestre del 2021 y tomando en cuenta datos de frecuencia quincenal, el INPC mostró un incremento trimestral de 2.38%, el mayor desde el último trimestre de 2017 y el segundo mayor desde el primer trimestre 2017, cuando se observaron incrementos significativos en los precios de las gasolinas. Al interior, los precios subyacentes subieron a una tasa trimestral de 1.36%, mientras que los no subyacentes a una tasa trimestral de 5.53%.

Es importante señalar que este incremento en precios durante el trimestre no está relacionado con el efecto de comparación que se mencionó anteriormente, si no con incrementos recientes en precios. Varios incrementos significativos se registraron en el componente no subyacente, resultado de mayores precios de materias primas en los mercados financieros globales. Tan solo en el primer trimestre, el WTI subió 21.93% y el precio del gas propano subió 22.10%, mientras que metales como el aluminio y el cobre subieron 11.75 y 13.40%. Lo anterior se tradujo en un incremento trimestral de 11.42% del componente de energéticos, con un incremento trimestral de 18.78% en el gas LP, 17.37% de la gasolina de alto octanaje y 12.58% de la gasolina de bajo octanaje.

En el componente subyacente de servicios, se observaron incrementos trimestrales significativos en los precios de servicios profesionales (+4.42%), paquetería (+4.15%) y transporte aéreo (+3.86%). En el componente de mercancías, hubo incrementos trimestrales significativos de televisores (+5.76%), aparatos de aire acondicionado (+5.21%), motos (+4.89%) y la tortilla de maíz (+4.76%). Cabe notar que, en el mercado internacional de materias primas, el precio del maíz subió 16.58% tan solo en el primer trimestre.

Implicaciones

Como consecuencia de la combinación de presiones inflacionarias y un efecto de base de comparación, la inflación anual se ha ubicado en una tasa anual de 6.05% en la primera quincena de abril, con el componente subyacente ubicándose en 4.13% y el no subyacente en 12.21%. La proyección de inflación hacia el cierre del año, se ha ajustado significativamente al alza a 5.0% y con una baja probabilidad de que la inflación se ubique por debajo de 4% anual en alguna de las quincenas restantes del año.

Lo anterior, de acuerdo con los analistas de Banco Base, reduce el espacio de maniobra del Banco de México para hacer recortes adicionales a la tasa de interés que se ubica en 4.0% al cierre de abril. Es importante señalar que, a pesar de la amplia holgura económica resultado de la lenta recuperación económica de México, la presencia de presiones inflacionarias dificulta adoptar una postura monetaria más flexible, pues se eleva el riesgo de deteriorar la credibilidad del banco central y de distorsionar las expectativas de inflación ocasionando un desanclaje. Por este motivo, se espera que la Junta de Gobierno mantenga la tasa sin cambios en 4.0% hasta la segunda mitad del 2022, para después realizar un ajuste gradual al alza de entre 25 y 50 puntos base.

Dentro del índice de precios no subyacente, los precios de los productos agropecuarios subieron 1.60 por ciento quincenal, mientras que los de los energéticos y tarifas autorizadas por el gobierno bajaron 1.61 por ciento quincenal, como resultado de los ajustes en las tarifas eléctricas dentro del esquema de temporada cálida en 18 ciudades del país.

Desde el mes de abril de 2020 y aún en la primera quincena de abril de 2021, la recopilación de precios enfrentó el cierre temporal o la limitación de actividades en los establecimientos donde el INEGI cotiza los productos del INPC de manera regular, utilizando para ello los medios electrónicos mencionados. Lo anterior da lugar a un grupo de artículos sin acceso a su precio. El cierre de los establecimientos ocurre durante este periodo de contingencia porque: son actividades económicas no esenciales, por otras medidas sanitarias o por voluntad del propio negocio. La falta de precios se distribuyó entre todos los genéricos y estadísticamente sólo afectó a aquellos que representan el 0.7% del ponderador del gasto total de la canasta nacional. Estas medidas están apegadas a las recomendaciones que han propuesto los organismos internacionales debido a esta contingencia.

[1]   La inflación subyacente se obtiene eliminando del cálculo del INPC los bienes y servicios cuyos precios son más volátiles, o bien que su proceso de determinación no responde a condiciones de mercado. Así, los grupos que se excluyen en el indicador subyacente son los siguientes: agropecuarios y, energéticos y tarifas autorizadas por distintos órdenes de gobierno.