Lista de la OFAC ¿Un viaje sin salida?

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Por Claudia Villegas*

En Estados Unidos, la justicia se ejerce también utilizando el desprestigio público. En otras palabras, se castiga por doble partida. Puede parecer injusto pero ésta es, precisamente, la intención de autoridades como el Departamento del Tesoro; inhibir que se cometan delitos. En ese país, otras instancias como la Comisión de Valores de Estados Unidos también dan a conocer ampliamente sus investigaciones y sanciones para avergonzar y castigar a financieros que incumplen sus disposiciones contra delitos bursátiles .

Como parte de las legislaciones para combatir el terrorismo y el narcotráfico, el gobierno de Estados Unidos impulsa de manera importante la operación de la Oficina para el Control de Activos (OFAC).

Pero no es infalible y empresas mexicanas ya lo demostraron. Les hablaré del caso de los Laboratorios Collins que pueden considerarse una de las compañías mexicanas más exitosas en el competido negocio de las farmacéuticas.

Fue en 2008 cuando la OFAC publicó que Laboratorio Collins formaba parte de la lista de empresas sancionadas por su supuesta relación con empresas lavadoras de dinero y vinculadas con el narcotráfico.

En Laboratorio Collins, fundada en Jalisco, impugnaron la publicación de su nombre en esta lista que, prácticamente, les representaba un veto en cuentas bancarias vinculadas con bancos estadounidenses y, por supuesto, un obstáculos claro a sus exportaciones a Estados Unidos.

No fue corto ni fácil el litigio que emprendió Laboratorios Collins pero en 2015 logró salir de la lista de la OFAC. El nombre de este laboratorio mexicano se suprimió de la lista de la OFAC. No obstante, un temor quedó en Collins; fueron años de rechazo, de problemas para hacer negocios. Esa fue una experiencia complicada para una compañía mexicana que tuvo que demostrar que sus negocios eran legales.  Empresas mexicanas vinculadas con compañías cubanas también fueron amenazadas por otras leyes extraterritoriales de sufrir sanciones. Vitro, Cemex, DESC y, por supuesto, la compañía de Luis Niño de Rivera que adquirió Cubacel.

Una historia parecida tendrán que recorrer las empresas y personas que el gobierno de Estados Unidos acaba de señalar como personas relacionadas con actividades ilícitas.

El problema, sin embargo, es que mientras eso sucede, en México la Unidad de Inteligencia Financiera de la Secretaría de Hacienda congela cuentas y “toma precauciones”. Incluso, en casos en donde  la causa que generó la sanción se considera cosa juzgada y se demuestre que no hay cargos, los bancos no actualizan sus listas de personas bloqueadas.  En este espacio les comentamos sobre el caso de Sandra Beltrán conocida como la Reina del Pacífico, quien – hasta ahora- sigue sin contar con servicios bancarios.

Hasta las oficinas de  la Comisión Nacional para la Defensa y Protección de los Usuarios de los Servicios Financieros (CONDUSEF) que preside Mario Di Constanzo, llegó el abogado de Beltrán, para reclamar el trato “injusto” de los bancos para su cliente.

El abogado llevaba bajo el brazo la queja que presentaría en la ventanilla de la Condusef luego de que varias instituciones de crédito, desde las más importantes como CITIBANK- Banamex, hasta pequeños bancos,  habían negado la apertura de una cuenta para su cliente.

¿La razón? Los bancos no quieren tener una relación con una mujer que fue acusada pero también exonerada de realizar actividades con recursos de procedencia ilícita. ¿Justo? No pero así funcionan las prácticas del Poder Judicial estadounidense que comienzan a hacer eco en México.

Usted recuerda el caso de la introducción de armas estadounidenses conocido como rápido y furioso o la operación “Casablanca” mediante la cual se incentivó la presencia de blanqueadores de activos y lavadores para demostrar que el sistema de prevención contra el blanqueo de capitales en México no estaba funcionando. En otras palabras, Estados Unidos tiene, regla, golpear y después investigar. El Departamento del Tesoro tendría que dar a conocer el proceso judicial para incluir nombres de empresas y personas en estas listas. Pero no es así.