Escasa cultura financiera frena crecimiento de Mipymes: Visa

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La mayoría de las micro, pequeñas y medianas empresas (Mipymes) en México todavía realizan sus operaciones financieras mediante el uso de métodos tradicionales, como pagos y cobros en efectivo y acuden a las sucursales bancarias, en vez de utilizar los modernos sistemas electrónicos, de acuerdo con un estudio realizado por Visa.

El informe “Perspectivas de las Mipymes en América Latina” indica que el 88% de las empresas mexicanas encuestadas sólo aceptan pagos en efectivo, contra 12% que prefiere pagos electrónicos. Además de que 73% todavía acude al banco a efectuar sus operaciones, mientras que 27 por ciento emplea la banca en línea.

El director ejecutivo de Productos Visa México, Mauricio Braverman, dijo que el bajo nivel en el uso de los modernos servicios financieros se debe al desconocimiento de las ventajas que ofrecen, como rapidez y seguridad.

Consideró que hay avances en la aceptación de los medios de pago electrónicos, pero falta una cultura financiera para conocer que hay opciones baratas, debido a que han bajado las comisiones y existen políticas fiscales que permiten incluso la deducibilidad de costos.

Según Visa, de los siete países en los que se realizó la encuesta, México ocupa el segundo lugar en bancarización después de Brasil, seguido de Argentina, Colombia, Chile, Perú y Costa Rica.

Las Mipymes mexicanas contribuyen con 52% del Producto Interno Bruto (PIB) y proveen 72% del empleo en el país. Para Visa, un aumento del 10% en el consumo con tarjeta bancarias podría añadir $2.1 mil millones de dólares al PIB (0.16%) y consumo privado (0.23%). 

Registran un promedio de ventas más bajo que el promedio regional, 9% produce más de 100, 000 dólares en ventas anuales, mientras el promedio regional es 25%. 

En México existen unos cinco millones de unidades económicas, de las cuales el 95% son micro empresas, 4% son medianas y el resto grandes empresas. De ese universo de micro empresas, sólo el 14% está registrada como persona moral, el  47% como persona física, el 30% en el Régimen de Pequeños Contribuyentes (Repecos) y el 9% se encuentra en la informalidad.

De este tipo de empresas, el 3% tiene un crédito bancario y el 82% por ciento acude a este tipo de financiamiento sólo en caso de emergencia, si hay problemas para que sobreviva el negocio y no como herramienta de trabajo.

En cuanto al uso de tecnologías, el 66% tiene celular para el negocio, 44% tiene computadora, 40% tiene Internet en su empresa, de los cuales 14% se anuncia en por esta vía. 
 
 

El 67% de las Mipymes mexicanas tiene acceso a bancos, el 66% tiene cuentas personales, pero sólo 21% tiene cuentas empresariales, el 52% tiene cuentas personales corriente o de ahorros, el 36% tiene tarjetas de crédito personales y el 33% tiene tarjetas de débito personales. 

La tercera edición de la encuesta sobre las micro, pequeñas y medianas empresas en las industrias del sector minorista, servicios y manufacturas fue realizada por Visa entre abril y junio de 2010 con el propósito de conocer los retos que estos negocios enfrentan en la región y para que los bancos y proveedores de servicios de pago desarrollen medios y herramientas financieras más eficientes.

Para el director de Productos Comerciales de Visa América Latina y el Caribe, Diego Rodríguez, las Mipymes representan un segmento estratégico para Visa, ya que cuentan con un potencial ilimitado para catalizar el crecimiento de las economías emergentes en la región.

En América Latina y el Caribe existen más de 77 millones de empresarios que manejan entre 47 y 57 millones de Mipymes formales e informales, por lo que existe una ventana de oportunidades para el desarrollo de los pagos electrónicos y por tanto, para el crecimiento económico de la zona, ya que cada 10 por ciento de aumento en gastos con tarjetas puede incrementar el consumo privado en 38%, indicó el documento de la institución.

Según Visa, los pagos electrónicos  pueden proveer ahorros de costos de al menos 1% el Producto Interno Bruto para bancos y minoristas, así como mejorar la transparencia financiera y reducir la economía informal que impide a los gobiernos obtener ingresos a través de impuestos.

En una economía emergente, agregó, duplicar el crédito privado incluyendo el que se maneja mediante tarjetas bancarias puede impulsar hasta en 2% anual el crecimiento económico y la creación de empleos.