El fin de la economía “petrolizada”

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Por Haydeé Moreyra*

45870183 - oil prices design, vector illustration eps10 graphicEl pasado 19 de octubre las noticias financieras dieron la vuelta al mundo con la emisión del bono de deuda más importante (por relevancia pero también por monto) en toda la historia para un país emergente; El gobierno Saudi emitió un bono por la cantidad nada desdeñable de 17 mil 500 millones de dólares. Pero más que la confianza de los inversionistas en un país emergente, yo lo visualizo como la prueba más fehaciente de un evidente y profundo boquete en finanzas públicas que ha costado cuatro años de estancamiento económico.

Hasta antes del 2014, los precios del petróleo se habían mantenido relativamente estables, cercanos a 110 dólares por barril. Debido a una sobreproducción y debilitamiento en la demanda del energético, las cotizaciones del crudo cayeron cerca de 70 por ciento a niveles inferiores a los 50 dólares (para el caso del Brent) lo que afectó severamente las arcas de los gobiernos con finanzas petrolizadas. No es de sorprender que el Fondo Monetario Internacional (FMI) estime un crecimiento del PIB de solo 3 por ciento para estas economías en el 2016. También advierte de la necesidad de implementar mayores recortes en el déficit  y medidas estructurales, so pena de comprometer la sostenibilidad  fiscal.2-haydeemoreyraf156

Arabia Saudita es el ejemplo más claro de las consecuencias del bajo precio del petróleo; no solo por la falta de recursos en las arcas del gobierno sino por el poco margen de maniobra, ante una economía atada al llamado “oro negro”. La venta de petróleo representa más del 70 por ciento de los ingresos del gobierno y cerca de la mitad del PIB. Con la caída de los precios de petróleo, el déficit público asciende a una cifra histórica de poco más de 98 mil millones de dólares. Otro efecto colateral es la salida de reservas internacionales y el efecto en balanza comercial (90 por ciento de los ingresos por exportación son de fuente petrolera).

El recuento de daños es evidente y familiar: alto endeudamiento, recorte presupuestal y reforma tributaria. Por ejemplo, el gobierno de los Emiratos Árabes Unidos ya está trabajando a nivel legislativo a favor  del impuesto a las corporaciones y el IVA así como un aumento a los impuestos indirectos. En cuanto a la reforma tributaria, ha trascendido que el gobierno Saudi ha trabajado en su propia versión de “reformas transformadoras” cuyo objetivo es ejecutar una serie de acciones para “despretrolizar” la economía.3-haydeemoreyraf156

El Programa Nacional de Transformación (NTP por sus siglas en inglés) es un plan maestro a mediano plazo que una medida paliativa, es una necesidad de transformar la estructura de las economías para que dependan cada vez menos del petróleo. Una primera iniciativa tiene que ver con el sistema tributario; la meta es que los ingresos gubernamentales por fuentes diferentes al petróleo se tripliquen en 2020 a cerca de 140 mil millones de dólares.  La segunda gran medida está encaminada a reducir el grande aparato gubernamental (dietas), recortar el  gasto de capital y disminuir los subsidios. Y una tercera vía está relacionada con el desarrollo económico. Es decir, fortalecer y desarrollar negocios ajenos al petróleo como turismo y minería. La meta en ese sentido es crear cerca de 450 mil  empleos.

Pero Arabia Saudita no es el único afectado; varios países africanos exportadores del “oro negro” han sufrido con el recorte en los ingresos públicos. Por ejemplo, y citando a un reporte reciente publicado por The Economist, Angola había sido hasta hace poco uno de los países con mayor crecimiento en el continente; pero las últimas estimaciones indican que este país africano no podrá crecer. Argelia, por su parte, ha registrado altos niveles de déficit que representarían cerca del 12 por ciento de su PIB en 2016.

En efecto, en el debacle de la caída de los precios del petróleo pocos se salvan, ni siquiera Rusia que es uno de los países con mayor producción de petróleo a nivel mundial. Entre la venta de petróleo y gas a Europa y Asia, el 70 por ciento de los ingresos del gobierno Ruso ya se encuentran comprometidos. La situación es tan crítica que hay quienes apuntan que por cada dólar que cae el precio del petróleo, los ingresos de Rusia se desploman hasta por 2 mil  millones de dólares. La economía depende tanto del petróleo que incluso organismos como el Banco Mundial y el Fondo Monetario Internacional han argumentado si no hay una recuperación sostenible en el nivel de precios de petróleo, la economía Rusa podría entrar en una etapa de desaceleración (por no decir estancamiento). De hecho, ya ha habido señales en el Kremlin que apuntan a una importante reducción en el gasto gubernamental.

Países como Angola, Oman, Saudi Arabia o Argelia vienen registrando de manera creciente altos niveles de endeudamiento, con niveles de inflación de dos dígitos, una caída importante en activos y en reservas internacionales.  Esta situación se convierte en un riesgo potencial no solo para estos países sino para la economía mundial.

La cuestión es  si se recuperarán eventualmente los precios del crudo. Desde mi particular punto de vista es poco plausible. Por un lado existe una posibilidad de que el congreso de Estados Unidos “levante” el  embargo a la exportación petrolera de Irán. Por otro lado, la importante producción de shale gas en Norteamérica seguirá presionando la oferta; el desarrollo tecnológico en los procesos de extracción seguirán fortaleciendo la ya importante oferta de crudo; y por si fuera poco, la demanda mundial seguirá debilitada un rato más.

Economías dependientes del petróleo

Kuwait
Libia
Arabia Saudita
Angola
Oman
Azerbaján
Venezuela
Chad
Brunei
Kasajastán
Irán
Emiratos Árabes Unidos
Ecuador
Argelia
Nigeria
Rusia
Qatar
Noruega
México
Canadá

Ante este escenario, qué se puede esperar. En principio, no se puede confiar en que “regresen” los precios del petróleo. Como mencioné previamente, el mercado petrolero está viviendo una etapa de transformaciones permanentes y estructurales. En ese sentido, los agentes económicos deben prepararse para hacer los cambios necesarios. Los gobiernos  van a necesitar encontrar fuentes complementarias de ingreso de manera permanente, creciente y sostenible (impuestos a las corporaciones, IVA, impuestos especiales, reducción de extensiones, mejoramiento en los sistemas recaudatorios, etc.) a la vez de reducir significativamente el llamado “estado de bienestar”. Las empresas petroleras estatales y privadas van a verse obligadas a ser más productivas y competir para retener su participación de mercado y sostener sus márgenes de rentabilidad. Los hogares se llevan la peor parte; no solo se verán afectadas por un menor empleo y bajo crecimiento económico, sino que a la par se encarecerá el nivel de vida ante un aumento en los impuestos, una reducción en los subsidios y una merma en el famoso “estado de bienestar”.oil prices

El mundo está viviendo algo más que un episodio transitorio de caída en los precios del petróleo; estamos por ver las grandes e inevitables transformaciones en las economías petroleras, incluyendo el nuevo rol del sector público y el sector privado, la reconfiguración del papel de la OPEC en la economía mundial y  el potencial surgimiento de nuevos mercados.  No me cabe duda que las difíciles decisiones que se tomen hoy tendrán un impacto (positivo y negativo) en la economía mundial. Veremos cómo será el nuevo recuento de daños en ese “nuevo mundo”,  sin economías petrolizadas.

*Coordinadora Executive MBA-EGADE Business School.