Ataques en Paris: Un atentado contra la economía Francesa

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Por Haydeé Moreyra*

 A unos días de que sucedieran los terribles y reprobados actos de terrorismo en Paris, los fantasmas de potenciales conflictos geopolíticos entre Occidente y Medio Oriente reaparecen. Es un escenario geopolítico muy delicado y si bien la prioridad debe ser la seguridad y salvaguarda de vidas humanas, las consecuencias de estos conflictos también suelen traducirse en términos monetarios. Dada la naturaleza de la columna me enfocaré a analizar el aspecto económico, no sin antes enfatizar mi repudio ante estos actos de barbarie que atentan con la vida de seres humanos inocentes.

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 No fue hace mucho cuando el presidente Francois Hollande declaró que Francia daría refugio a 24 mil personas en los siguientes dos años como respuesta a la crisis de refugiados que habrían sido desplazados por el avance del grupo terrorista jihadista Estado Islámico (ISIS por sus siglas en inglés) que apunta a ser el responsable del terrible acontecimiento en Paris. No hay que olvidar que la reciente crisis de refugiados y la relativa facilidad en la movilidad de personas dentro de la Unión Europea son elementos que no pueden dejarse de lado en este caso; después de todo, los presuntos atacantes contaban con pasaporte francés y vivían en Bruselas.

 Europa es, ante todo, una región conformada por migrantes. Según la oficina de estadística de Europa, Eurostat, en 2014 había 33.5 millones de personas viviendo en algún país de la Unión Europea cuyo país de origen era distinto a la de los 28 países miembros. En ese mismo periodo, se calculaba que existían cerca de 19.6 millones de personas con una ciudadanía diferente a la de los 28 miembros de la Unión Europea lo que equivale a un 4 por ciento del total de la población. En términos relativos, los países que mantienen una alta participación de no-nacionales en el total de la población son Chipre, Latvia, Estonia, Austria, Irlanda, España y Bélgica. Además, existe el tema de los naturalizados; cerca de 871.2 mil personas pertenecientes a países fuera de los 28, obtuvieron su nacionalidad Europea en 2013. La mayoría de estas personas provinieron de África y Asia, 26 y 23 por ciento, respectivamente.

 Esta riqueza y diversidad en la población de Europa representa un activo. Una pirámide demográfica constituida en su mayoría por adultos mayores y las bajas tasas de natalidad han llevado a que la migración sea vista por los gobiernos como una válvula de escape para sostener la tasa de población económicamente activa. El libre flujo de personas dentro de la Unión Europea también significa oportunidades de estudio, trabajo y prosperidad para la sociedad, situación que ha sido plenamente reconocida por la Comisión Europea. En el reporte sobre ciudadanía elaborado en el 2013, el organismo indicaba: “Dada la tecnología moderna y el hecho de que es más fácil viajar, la libertar de movilidad permite a los Europeos expandir sus horizontes…moverse de su país de origen por cortos y largos periodos de tiempo, para ir o venir entre los países de la Unión Europea a trabajar, estudiar, entrenarse, para divertirse, hacer negocios o consumir. El libre movimiento de personas genera potencialmente beneficios económicos para los consumidores y para los negocios”.

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 Más aún, el informe propone doce nuevas medidas para eliminar los obstáculos que impiden que los ciudadanos disfruten de sus derechos como trabajar, estudiar o realizar prácticas dentro de la Unión Europea. El informe hace mención a la principal preocupación de la población derivada de la crisis financiera, la deuda soberana y el alto desempleo en jóvenes. En otras palabras, la libre movilidad de personas apunta ser una respuesta ante la crisis económica; la movilidad laboral, a juicio de la Comisión, podría funcionar como un mecanismo para hacer frente los desequilibrios en el mercado laboral además de restablecer el dinamismo en la Unión Europea : “Los ciudadanos reclaman un verdadero mercado laboral de la Unión Europea que les permita beneficiarse de las oportunidades de empleo en otros países en la Unión y contribuir a la economía europea.” Según cifras del propio organismo, entre el 2004 y 2009 y como consecuencia de la política de movilidad, el PIB de la Unión Europea habría aumentado en casi 1 por ciento, equivalente a un incremento en los ingresos por cerca de 24 mil millones de euros.

 Pero la migración también conlleva un riesgo en materia de seguridad nacional. Esta inseguridad se traduce en una alta inestabilidad en la región con impactos económicos muy concretos: turismo, consumo e inversión. Lo acontecido en la ciudad francesa de Calais es un ejemplo muy claro. Calais, una ciudad-puerto que por su ubicación ha sido un centro clave de transportación y comercio entre Francia e Inglaterra. En los últimos años, Calais había sido el lugar favorito de recreación para los ingleses. Después de que se desatara la crisis de refugiados, la economía de Calais se transformó: el número de turistas cayó drásticamente; los negocios relacionados con el turismo vieron caer sus ingresos; los turistas Ingleses fueron reemplazados por la instalación de campamentos de refugiados; y las relaciones entre Inglaterra y Francia se vieron tensionadas. En pocas palabras, Calais se convirtió en un problema para la economía y relaciones internacionales de Francia.

 En su justa dimensión y con sus claras diferencias, los acontecimientos en Paris me recuerdan el caso Calais. Las implicaciones en materia económica se pueden observar en el corto y mediano plazos. En el corto plazo sus efectos inmediatos se podrán medir en los indicadores de consumo, turismo, servicio y de confianza en el consumidor. Al escribir esta columna, varios medios de comunicación franceses ya hacían referencia a la cancelación de vuelos y reducción de actividad económica en restaurantes y plazas: se calcula que la actividad económica de un día sábado para los restaurantes representa entre el 16 y 20 por ciento. Por su parte, la Unión Nacional de Hoteleros ha advertido de una importante cancelaciones de noches de hotel desde el sábado 14. Ciertamente la inseguridad que ronda las calles es una razón, pero también lo es el estado de ánimo de los franceses que a unos días de la temporada navideña, se han abstenido de comprar (según medios franceses, la facturación en Priceminister ha caído entre un 15 y 20 por ciento).

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 La vida económica de Paris está muy ligada al comercio y el turismo en todas sus líneas como lo es el turismo de negocios. Los políticos y empresarios que acuden a cumbres y conferencias en Paris representan potenciales clientes para restaurantes y hoteles. De hecho, se calcula que los clientes internacionales representan 80 por ciento del hospedaje en hoteles de lujo en Paris. Al cierre de esta columna la conferencia mundial sobre cambio climático (COP21) aún no ha sido cancelada; no así una serie de ferias y congresos como el Salón de los Alcaldes que al parecer se ha pospuesto hasta mayo.

 La eventual baja en el turismo y el comercio tendrán un impacto macroeconómico aún desconocido. No hay más que echar un vistazo a los datos. Según el World Travel & Tourism, en 2014 el sector turístico tenía una contribución directa en el PIB francés por 3.6 por ciento. Poco más de 1 millón 132 mil puestos de trabajo dependen directamente de este sector (4.1 por ciento del empleo en Francia), y las divisas generadas ascienden a 7.5 por ciento del total exportado. Más aún, el Consejo Europeo estimó la economía de Francia podría cerrar el año con un crecimiento de 1.1 por ciento. Pero esta estimación se basaba en un fortalecimiento del consumo privado (alza de 1.7 por ciento) y recuperación en la inversión.

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 Al cierre de esta columna se desconocen cuáles serán las decisiones que tomarán los líderes de Europa y el mundo ante los acontecimientos ocurridos en Paris. Mi impresión es que será un motivo más para encontrar diferencias entre los países miembros de la Unión Europea en cuanto a limitar los flujos de población migrante. Y esta inestabilidad geopolítica se suma a una serie de acontecimientos (tasas de interés en EU, precios del petróleo, cotización de commodities, debilidad de economía China, etc.) que alimentarán incertidumbre en la región, limitando su recuperación.

 *M.A. Coordinadora Executive MBA-EGADE Bussiness School.