Thomas Piketty. El capital en el Siglo XXI

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I.- Mucho ruido y pocas nueces es el título de una comedia de Shakespeare, que nos cuenta el enamoramiento de Beatriz y Benedicto. Es una tragicomedia donde sus personajes nos arrancan desde la carcajada hasta la reflexión sobre la vida y sus relaciones sentimentales. Es una obra seria para reír, que entre el drama y la comedia cuestiona la economía (Kenneth MacLeish y Stephen Unwin: , Alba editorial); generando, pues, mucho ruido. Y esto me sirve para presentar el voluminoso estudio del economista e historiador francés: Thomas Piketty (1971): , que ha causado mucho ruido por buscar nuevas propuestas sobre la desigualdad social; pues al menos desde Carlos Marx, una de las finalidades revolucionarias es que los trabajadores reciban una mínima parte de lo que produce su fuerza de trabajo; ya que las “buenas conciencias” no han dado ni darán un paso hacia una mínima distribución de la riqueza. Es una nueva revisión histórica del capital, los capitalistas y el capitalismo; la trinidad que con pocas modificaciones (y nuevas astucias), para expropiar la riqueza producida, no deja de utilizar a mujeres, niños y hombres en la tarea laboral.

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II.- Un capitalismo como el de hace “tres mil años” –Max Weber dixit–, que Piketty dice ha cedido parte de sus beneficios a través de la educación de quienes eligen ese camino para ofrecer calidad en su trabajo. Empero, no hay más camino para disminuir la desigualdad que “un impuesto mundial y progresivo sobre el capital, aunado a una enorme transparencia financiera internacional… permitiría evitar una interminable espiral de desigualdad y regular eficazmente la inquietante dinámica de la concentración mundial de la riqueza”. Esa medida exige una coordinación fiscal mundial, y se ha querido implantar sin éxito en la política económica estadunidense; pues supone erróneamente el “buen corazón” de los capitalistas que nunca han cedido ni un centavo por las buenas; y sólo hacen donaciones para reducir impuestos. Piketty lo describe como un sistema ideal; y en el capítulo XV expone largamente el utópico impuesto, cuando los capitalistas no pagan siquiera los impuestos a los que tienen obligación. A pesar de fortalecer la economía de las matemáticas, los críticos del capitalismo empezando por Marx, ya dejaron un legado de medidas contra un sistema que sigue explotando a la humanidad sin que se atisbe su final.Thomas Piketty

El capital en el Siglo XXI

 I.- es el título de una comedia de Shakespeare, que nos cuenta el enamoramiento de Beatriz y Benedicto. Es una tragicomedia donde sus personajes nos arrancan desde la carcajada hasta la reflexión sobre la vida y sus relaciones sentimentales. Es una obra seria para reír, que entre el drama y la comedia cuestiona la economía (Kenneth MacLeish y Stephen Unwin: , Alba editorial); generando, pues, mucho ruido. Y esto me sirve para presentar el voluminoso estudio del economista e historiador francés: Thomas Piketty (1971): , que ha causado mucho ruido por buscar nuevas propuestas sobre la desigualdad social; pues al menos desde Carlos Marx, una de las finalidades revolucionarias es que los trabajadores reciban una mínima parte de lo que produce su fuerza de trabajo; ya que las “buenas conciencias” no han dado ni darán un paso hacia una mínima distribución de la riqueza. Es una nueva revisión histórica del capital, los capitalistas y el capitalismo; la trinidad que con pocas modificaciones (y nuevas astucias), para expropiar la riqueza producida, no deja de utilizar a mujeres, niños y hombres en la tarea laboral.

I.- Mucho ruido y pocas nueces es el título de una comedia de Shakespeare, que nos cuenta el enamoramiento de Beatriz y Benedicto. Es una tragicomedia donde sus personajes nos arrancan desde la carcajada hasta la reflexión sobre la vida y sus relaciones sentimentales. Es una obra seria para reír, que entre el drama y la comedia cuestiona la economía (Kenneth MacLeish y Stephen Unwin: Guía de las obras dramáticas de Shakespeare, Alba editorial); generando, pues, mucho ruido. Y esto me sirve para presentar el voluminoso estudio del economista e historiador francés: Thomas Piketty (1971): El Capital, en el siglo XXI, que ha causado mucho ruido por buscar nuevas propuestas sobre la desigualdad social; pues al menos desde Carlos Marx, una de las finalidades revolucionarias es que los trabajadores reciban una mínima parte de lo que produce su fuerza de trabajo; ya que las “buenas conciencias” no han dado ni darán un paso hacia una mínima distribución de la riqueza. Es una nueva revisión histórica del capital, los capitalistas y el capitalismo; la trinidad que con pocas modificaciones (y nuevas astucias), para expropiar la riqueza producida, no deja de utilizar a mujeres, niños y hombres en la tarea laboral.

II.- Un capitalismo como el de hace “tres mil años” –Max Weber dixit–, que Piketty dice ha cedido parte de sus beneficios a través de la educación de quienes eligen ese camino para ofrecer calidad en su trabajo. Empero, no hay más camino para disminuir la desigualdad que “un impuesto mundial y progresivo sobre el capital, aunado a una enorme transparencia financiera internacional… permitiría evitar una interminable espiral de desigualdad y regular eficazmente la inquietante dinámica de la concentración mundial de la riqueza”. Esa medida exige una coordinación fiscal mundial, y se ha querido implantar sin éxito en la política económica estadunidense; pues supone erróneamente el “buen corazón” de los capitalistas que nunca han cedido ni un centavo por las buenas; y sólo hacen donaciones para reducir impuestos. Piketty lo describe como un sistema ideal; y en el capítulo XV expone largamente el utópico impuesto, cuando los capitalistas no pagan siquiera los impuestos a los que tienen obligación. A pesar de fortalecer la economía de las matemáticas, los críticos del capitalismo empezando por Marx, ya dejaron un legado de medidas contra un sistema que sigue explotando a la humanidad sin que se atisbe su final.

III.- La reseña de Jesús Mota a las 657 páginas de árida lectura y difícil estudio, es la mejor a la que he tenido acceso. Y aunque el texto causó expectativas, hizo “mucho ruido” y ofrece menos que “pocas nueces”. Sin embargo renueva el debate sobre la desigualdad del capitalismo, con la invitación a: “Los investigadores en ciencias sociales… los intelectuales y principalmente todos los ciudadanos, deben participar en el debate público”. Obviamente quiere la vía pacífica y propone la fuerza de la política para negociar el control del capital-capitalismo-capitalistas, con un impuesto. Pero, ¿dónde están los políticos?, preguntamos al Maquiavelo autor de Las décadas de Tito Livio; y a Max Weber con su ensayo: El Político. Para un Piketty que nos pone los ejemplos del grandioso Balzac y la maravillosa Jane Austen, la respuesta son los versos de Calderón de la Barca: “los sueños, sueños son”. La titánica traducción a cuatro manos es de: Eliane Cazenave-Tapie Isoard, Guillermina Cuevas, José Carlos de Hoyos y Gerardo Esquivel.

Ficha bibliográfica:

Autor:             Thomas Piketty

Título:             El capital en el Siglo XXI

Editorial:         Fondo de Cultura Económica.-2014

Alvaro Cépeda Neri , periodista

cepedaneri@prodigy.net.mx