Persiste la lentitud en la recuperación de Europa: BofA

Tiempo de lectura aprox: 3 minutos, 18 segundos

FinanzasFortuna mediano

Los antecedentes reflejan con claridad la lentitud de la recuperación en Europa, así lo indica un análisis de BofA Merrill Lynch Global Research.

Entre le elementos que le permiten tal afirmación se encuentran, los resultados de la elección italiana generaron una ola de incertidumbre, elevando los diferenciales de la renta fija en la periferia.

El PIB de España para el cuarto trimestre tuvo una revisión a la baja a -0.8% trimestral, contra -0.7% publicado originalmente, y tras el -0.3% trimestral del tercer trimestre.

En términos interanuales, el M3 de la Zona Euro observó una expansión muy lenta en enero de 3.5%, tras el 3.3% de diciembre.

Las ventas minoristas de Francia cayeron 0.8% mensual y 0.2% interanual en enero, tras avanzar 0.2% mensual y 0.2% interanual en diciembre, así lo indica Laurence Boone, economista para Europa del banco estadounidense.

En la reunión del Eurogrupo se discutirá la solicitud de apoyo de Chipre. Los componentes del PIB del cuarto trimestre probablemente reflejarán que la contracción se debió principalmente a una debilitación de la demanda interna, mientras que las exportaciones habrán contribuido de manera positiva al crecimiento.

Prevemos que las ventas minoristas de la Eurozona y la producción industrial de Alemania de enero brinden apoyo a nuestra proyección de una estabilización económica para estos primeros meses del año, dice Boone.

Hemos revisado nuestras proyecciones del PIB. Ahora prevemos que la economía se contraiga 0.5% en 2013, contra nuestro pronóstico anterior de -0.4%, y que la inflación cierre el año al 1.8%, señala Boone.

Revisión a la baja del PIB en varios países

Hemos revisado nuestras proyecciones del crecimiento económico, integrando algunas cifras recientes, pero nuestro perfil de la recuperación sigue siendo el mismo que presentamos en nuestras perspectivas de diciembre, agrega.

A pesar del constante juego de la fechas límite (la llamada brinkmanship), anticipamos una estabilización de la economía, gracias a la recuperación de las exportaciones y una demanda interna más firme, acumulando moméntum hacia fin de año.

Prevemos una contracción de 0.5% para el PIB de 2013 (contra nuestro pronóstico anterior de -0.4%), mientras que la proyección de 2014 se mantiene al +0.8%. Nuestros pronósticos de inflación son de 1.8% para 2013 y 1.6% para 2014, a causa de la debilidad de la actividad económica y el mercado laboral, pero estimamos que no descenderá más allá del 2% sino hasta fin de año, cuando las presiones de la escalada de los precios administrados, el IVA y otros impuestos indirectos se disipen, insiste.

Por país, hemos revisado a la baja nuestros pronósticos del PIB de Francia, Holanda y España, en vista del decepcionante cuarto trimestre, así como el de Italia, por la misma razón y por el aumento de la incertidumbre en torno a su situación política, dice Boone.

Sin embargo, nuestro escenario base asume que se logrará formar un gobierno italiano y que éste se mantendrá estable durante el año. A pesar de lo anterior, la recuperación económica parece frágil y percibimos riesgos más altos de lo normal para nuestro escenario base, provenientes de la situación política (Italia), la falta de moméntum en lo que respecta a las reformas europeas (impidiendo una solución del problema bancario) y el impacto de la demografía sobre tendencia del crecimiento, que ya se observa en algunos países (Alemania e Italia), añade.

Perspectivas

Los avances en elementos necesarios para una solución final (la banca y la unión fiscal) serán limitados, lo que continuará pesando sobre el crédito, la inversión corporativa y la recuperación del empleo.

La actual constricción fiscal seguirá afectando el crecimiento del consumo y de la inversión, aunque en menor medida que durante 2011-12, pues los hacedores de política de Europa se volverán más conscientes sobre la fragilidad del crecimiento y los riesgos que supone la constricción fiscal (no)coordinada. Ya han demostrado algo de entendimiento en ese sentido, permitiendo descensos del déficit general de algunos países que habían colocado medidas discrecionales para corregir el déficit durante 2012 (Italia, Portugal y España).

En el caso de Italia, nuestras proyecciones implican que los partidos políticos lograrán crear un gobierno y elegir un presidente, por lo que operarían de manera normal el resto del año. Sin embargo, consideramos que la incertidumbre que supone un gobierno político y no tecnocrático, las permanentes limitaciones fiscales y la alta propensión a ahorrar que ha observado el sector privado (y que se dispara con la incertidumbre), pesarán sobre la actividad de Italia en las próximas semanas, indica Boone.

Boone asume que España necesitará pedir apoyo del Mecanismo Europeo de Estabilidad (el programa de compra de bonos soberanos del Banco Central Europeo) y que probablemente lo haga después del verano, cuando las fuerzas del desapalancamiento y la constante constricción fiscal probablemente se hayan traducido a un crecimiento menor y a un panorama fiscal deteriorado.

Más allá de la posibilidad de una operación monetaria directa en 2013, no prevemos mayores medidas por parte del Banco Central Europeo, en tanto la situación económica no se deteriore más de lo que asumen nuestras proyecciones. Habiendo dicho esto, reconocemos que los riesgos son altos, y en el reporte completo señalamos las medidas que podría tomar el BCE para limitarlos, agrega Boone.

Boone estima que los riesgos son todavía mayores actualmente de lo que eran en nuestra última actualización de proyecciones. Ahora incluyen los riesgos políticos de Italia, que podría no ser capaz de establecer un gobierno, lo que llevaría a la disolución su gobierno y a la organización de otras elecciones para este año.

En nuestra opinión, dice Boone, las incertidumbres y los riesgos de Italia tienen potencial para desbordarse hacia otras naciones de la periferia, como se observó en el ascenso de los rendimientos españoles del 25-26 de febrero.

Ante estos riesgos, y en ausencia de reformas institucionales de la Unión Europea, la caja de herramientas del BCE podría verse limitada, agrega Boone.