Por una ética social

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En tiempos de la colonia digital

Últimamente me ha dado vueltas en la cabeza el tema de la era digital, actualmente ya es común escuchar los términos de nativo digital, inmigrante digital o nacido digital (born digital) y vivido digital (live digital). Nativo e inmigrante digital son términos o conceptos que se acuñaron desde el 2001 en un libro titulado Inmigrantes digitales de Mark Prensky. Por nativo digital se entiende una persona que nació a partir de 1980 cuando la tecnología digital ya existía, por su parte el inmigrante es aquella persona, como yo, que nace antes de 1980 y que nos hemos tenido que adaptar a la era digital y a las tecnologías de la información y la comunicación (TIC), se trata de todos aquellos que hemos experimentado un cambio de tecnología de la análoga a la digital, del disco rayado a los Mp3, de las máquinas de escribir a los ordenadores.

Sin embargo existen otros conceptos que me llaman la atención que a mi entender son mucho más precisos al menos para mi experiencia y estoy segura que lo serán en relación a la experiencia de muchos lectores. Si bien un inmigrante digital puede ser aquel que ha descubierto cómo enviar un correo electrónico él solo o abrir un navegador por su propia cuenta y buscar una dirección después de haber consultado la sección amarilla, es también un hecho que existen muchos nativos digitales que también son bastante neófitos ante el uso de las herramientas tecnológicas. En lo particular, frecuentemente me encuentro con alumnos de 18 o 20 años que no saben utilizar una o más aplicaciones o incluso que apenas están incursionando en la web 2.0, y en ocasiones, por extraño que parezca, he encontrado casos de jóvenes nativos digitales que tienen cierta aversión por la tecnología, siendo que lo natural es que los nativos digitales sean seres humanos que desde su nacimiento han convivido con el internet, el mundo virtual y la desfronterización a tal grado que confunden la realidad con lo anterior.

Ante esto, se trajeron a la jerga de la informática los conceptos de born digital y live digital y lo que expresan es que es posible ser un nativo digital o born digital, pero ser completamente ajeno a las tecnologías o ser un usuario del mismo nivel que un inmigrante o un live digital, y por su parte un live digital puede ser un inmigrante con un alto desempeño frente a las tecnologías. Que si nos detenemos a pensar un poco caeremos a la cuenta que el mundo de la informática fue creado por puras personas que caen en el rubro de inmigrantes digitales, es decir personas con características híbridas y eclécticas, lo cual a mi parecer les ha dado esa capacidad de ser innovadores puesto que pertenecen a los dos mundos: al real y al virtual, al análogo y al digital, al rupestre y al de avatares. La cuestión aquí es darnos cuenta que estas personas híbridas son live digital que tienen un carácter de digital settlers, es decir colonos digitales y como todo colonizador son quienes han tomado las tierras digitales y han establecido sus ideas, creencias, políticas y reglas. Un colono es un emigrante que establece una colonia-asentamiento, una metrópoli, en este caso virtual en donde hay colonizados. Mi preocupación es que donde hay política hay ética. ¿Los colonos digitales que han establecido las metrópolis virtuales actuales son personas morales?

En la actualidad se habla mucho de los colonos digitales desde la óptica de las tecnologías, como agentes creativos, con alto desempeño tecnológico, y se plantea desde la educación en cuanto al tema de la alfabetización tecnológica o el problema de la identidad digital o tal vez el problema del acoso (bulling) puesto que es una realidad que ya ha rebasado el mundo virtual. Pero me parece que el fondo del tema de los colonos digitales es un tema que le pertenece a la ética aplicada principalmente y muy probablemente sea un tema de ética cívica por una parte y por otro de formación del carácter moral. ¿Cuál es el papel de los colonos digitales? ¿Qué tipo de mecanismos de control pudieran establecerse? ¿Es a través del control? ¿Son las ideologías o las políticas los que deben modificar en sus asentamientos no autónomos? ¿Existe tal cosa como una ética digital?

Es un hecho que a través de la web viajan valores o antivalores, y si es así entonces es un hecho que ya hay una presencia de una moralidad. La ética digital es una cuestión que va más allá de los derechos de autor o de la ética de las comunicaciones periodísticas, la ética primero ha de formar consciencia y más porque la nueva realidad social se está construyendo digitalmente, se trata de una sociedad conectada que trabaja colaborativamente a distancia, de modo que se necesita una ética para una consciencia colectiva, si se me permite la expresión.

Estamos frente a un modelo de conducta social mucho más acelerado, los modelos de creencia y los hábitos viajan a través de la web en cuestión de milésimas de segundo si no es que menos (ignoro ese dato), y la tendencia del ser humano a imitar siempre está presente. Al parecer, a través de las redes sociales en lugar de sacar provecho para una mejor sociedad estamos enmascarando nuestros roles y sacando a la luz nuestras conductas más oscuras y llenando de vicios los espacios virtuales con la falsa ilusión de que nadie nos ve y que todo puede ser borrado. Cada vez más personas viven una doble moral entre la vida real y la vida virtual, entre la first life y la second life, o como medio en broma y no una colega y yo decimos: y la tercera, la cuarta y la quinta vida. No nos damos cuenta que en el fondo o más bien en cada extremo de cada ordenador siempre hay alguien en su first life  que no sólo recibe un feedback sino que construye un feedforward que moldeará el resto de su conducta generando nuevos hábitos de comportamiento moral y que a la larga estos se expresarán en la vida real y acabarán por causar rompimiento en el psiquismo y en las estructuras sociales.

Es importante que aprendamos a convivir a partir del respeto mutuo y el respeto a la privacidad y la identidad personal primeramente en la web, en segundo lugar respetar el espacio virtual de los demás, así como su trabajo y su identidad digital, fomentar la solidaridad y la justicia, entre otras cuestiones, por ello es necesario que los colonos digitales hablen de ética cívica y no sólo de innovación de tecnología. Pero me parece que esta tarea no es sólo de los especialistas en informática sino de todos los inmigrantes digitales porque la sociedad y la humanidad en general es responsabilidad de todos.

 

*Doctora en filosofía por la Universidad Panamericana. Maestra en ética aplicada por el ITESM. Coordinadora de investigación del Instituto de Estudios Humanísticos de la Universidad Panamericana Campus Guadalajara.

 

Twitter: @laruskhi