Consume refresco 60% de las familias en México

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México es el segundo país consumidor de refrescos en el mundo, sólo después de Estados Unidos, reveló un estudio de la Universidad Autónoma del Estado de México (UAEM), plantel Amecameca.

En la actualidad, 60% de las familias mexicanas (más de 67 millones de personas) incluyen este producto en su dieta habitual, en sustitución de las tradicionales aguas de frutas o del consumo de agua natural, indicó la investigación.

Las investigadoras María de los Ángeles Maya Martínez y Ana María Durán Ibarra se refirieron a la transición alimentaria y nutricional, y dijeron que la dieta nutritiva tradicional del mexicano sufre cambios muy importantes que afectan su salud.

Indicaron que es necesario incluir cereales, leguminosas, frutas, verduras y productos de origen animal, que la hacen rica en fibra, pero paulatinamente se convierte en una dieta parecida a la de otros países industrializados.

El consumo de esta dieta es apoyada por la industrialización creciente de los alimentos que en muchos casos ofrece productos con materias primas deficientes, disfrazadas con saborizantes, cuyo resultado son productos de bajo valor nutritivo, pero con excelente sabor, explicaron las investigadoras.

El proceso de industrialización propició que la oferta de alimentos de menor precio y mayor sensación de saciedad, como son galletas, fideos, papas, frituras ricas en grasa y productos con alto contenido de azúcares refinados, agregaron.

Ante esta situación es urgente modificar los hábitos de alimentación de las familias mexicanas, por ejemplo, el mexicano destina 30% de su ingreso a la alimentación y de allí 10% a la compra de refrescos.

Las investigadoras de la UAEM opinaron que las modificaciones en la dieta de los mexicanos, aunadas al factor genético, condicionan la presencia de obesidad familiar, cuando se presenta en ambos padres aumenta 80% el riesgo de que los hijos la padezcan.

Refirieron que está demostrado que en países en vías de desarrollo, con bajo nivel educativo y bajos ingresos, los individuos optan por adoptar patrones alimentarios de bajo costo.