¿En dónde están los desempleados?

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Las cifras oficiales del gobierno federal omiten al 65 por ciento de la población desempleada. Aunque Felipe Calderón asegura que se han creado más de 92 mil empleos, en México más de 8 millones de personas no tienen empleo y más de 24 millones de mexicanos tienen un empleo informal, calcula el Centro de Análisis Multidisciplinario de la Facultad de Economía de la UNAM.

En su Primer informe de gobierno, Felipe Calderón Hinojosa dijo que su objetivo era llegar a 800 mil empleos formales en 2012. En mayo, durante la clausura de la XXVIII Asamblea General Ordinaria del Consejo Coordinador Empresarial, el titular del Ejecutivo Federal anunció que se había registrado el mayor crecimiento en la generación de empleos en México en los últimos 17 años. En abril, declaró, que se habían creado 92 mil 405 nuevos empleos, y para el primer cuatrimestre del año ya sumaban 382 mil plazas registradas en el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS).

No obstante, el reporte Empleo y desempleo durante el gobierno de Felipe Calderón 2006-2010, del Centro de Análisis Multidisciplinario (CAM) de la Facultad de Economía de la Universidad Nacional Autónoma de México, advierte que lo que fue presentado como un gran logro no es sino la igualación de estos niveles con los que se registraron en marzo de 2008.

Siete meses después y hasta mayo de 2009, los trabajadores que cotizaban en el IMSS disminuyeron en poco más de 701 mil, nivel comparable al de 2006. El documento realizado por el CAM apunta que de las cifras contabilizadas en julio de 2010 en el Seguro Social, aún quedan 35 mil 484 empleos por debajo los que existían en octubre de 2008.

Realizado por los investigadores Montserrat Angulo, Nubia Conde, Mariana Juárez, Luis Lozano, David Lozano, Javier Lozano, Fructuoso Matías y Jaime Vázquez, el informe advierte que las cifras oficiales del gobierno federal sobre empleo, desempleo y empleo informal están lejos de la realidad.

Al omitir a quienes ya se cansaron de buscar empleo o que ya no creen tener oportunidad de encontrarlo, aseguran, “no sólo está ocultando a casi el 65 por ciento de los desempleados, sino que además no se están contemplando a quienes sufren de una situación crónica de desempleo”. Más de 5 millones de desempleados y 24 millones en el empleo informal son excluidos del discurso oficial. Tampoco se toma en cuenta la situación laboral de los jóvenes y de las mujeres que encabezan un hogar.

Cifras “maquilladas” en desempleo

De acuerdo con el titular de la Secretaría del Trabajo y Previsión Social, Javier Lozano Alarcón, la tasa de desocupación de marzo fue de 4.81%, y mejoró respecto de enero cuando alcanzó 5.87%, nivel que, aseguró el funcionario, era menor al de los países de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE).

Puesto que un mayor crecimiento del Producto Interno Bruto (PIB) permite generar mayores empleos, el CAM cuestiona que, con una caída de 6.5%, México tenga una tasa de desempleo menor que los países miembros de la OCDE. Para el organismo, hay una contradicción entre las cifras oficiales del gobierno y los niveles de crecimiento.

Ya que el desempleo en México, explica, no se mide según los parámetros de la Organización Internacional del Trabajo (OIT), no se reportan a 5 millones 597 mil 546 personas disponibles para ocupar puestos de trabajo. El organismo define que “la población desempleada está compuesta por personas mayores de una edad especificada que no aportan su trabajo para producir bienes y servicios, pese a encontrarse disponibles”.

Expone también que la definición de desempleo debe considerarse en situaciones en que los medios convencionales de búsqueda de empleo son insuficientes; en que el mercado laboral está desorganizado; en que la absorción de la mano de obra es inadecuada, o en que la fuerza de trabajo está compuesta por personas con empleo independiente.

“Si nos apegamos a esto y a la situación del mercado laboral en México, entonces una verdadera tasa de desempleo debe considerar a todas las personas que no tienen empleo en el periodo de referencia y tienen interés en tenerlo”, advierten los investigadores del CAM.

Refiere que el mismo Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi) reconoce que la tasa de desocupación no mide el desempleo. Ello ocurre, explica el reporte del CAM, porque entre la gente que desea trabajar y no puede hacerlo están quienes activamente buscan empleo y no lo encuentran, quienes dejaron de buscar porque se cansaron y quienes no lo buscan porque no creen encontrarlo. Las cifras oficiales sólo toman en cuenta a los primeros. Es así que se considera sólo a la población desocupada y se olvida a la población disponible.

“La tasa calculada por el Inegi es utilizada por la Secretaría del Trabajo y las comisiones que dependen de ella para llenar sus informes de desempleo y presentar un panorama que deja de lado a la mayoría de los desempleados”, argumentan.

Considerando a la población disponible, el CAM estima que 8 millones 83 mil 467 no tenían empleo en junio de 2010: “La tasa real de desempleo es de 15.3% y no del 5.3 como lo se afirma de manera oficial”. La desocupación en México ha alcanzado hasta 16% desde la llegada de Felipe Calderón Hinojosa a la Presidencia.

Respecto de las tasas de desempleo en los estados, el CAM advierte que los mayores los tiene el note del país, “en donde coincidentemente el gobierno federal prefiere desplegar al Ejército antes que atacar la pobreza”. En marzo de 2010, Coahuila, Chihuahua, Durango, Sonora y Zacatecas presentaban niveles del 18 al 22%.

Sin embargo, Guanajuato es el estado con la mayor desocupación laboral. De 2006 a 2010, su tasa de desempleo creció casi 8%, al pasar de 14.4 a 22.4%. Baja California Norte, Chihuahua, Sonora y Coahuila también vieron incrementada su tasa de desempleo en ese periodo, alcanzando niveles que están entre el 5.7 y el 7.5%.

Empleo informal al alza

Felipe Calderón afirmó en su primer informe de gobierno que promovería condiciones para la creación de empleos formales con el objetivo de llegar a 2012 con al menos 800 mil empleos al año.

Contrario al discurso oficial, desde el último trimestre de 2006 el número de trabajadores informales se elevó casi 6%, mientras que el número de empleos formales apenas creció 2%. De esta manera, más de 24 millones de mexicanos tienen un empleo informal.

A diferencia del último semestre de 2006, cuando los trabajadores informales representaban el 54%, en 2010 ese porcentaje se elevó a 55%. Es así, menciona el CAM, que mientras se generan cinco nuevos empleos, cuatro son de carácter informal.

La población de 14 a 29 años es la más afectada. Según la Encuesta nacional de la juventud 2005, 7 millones de jóvenes no estudian ni trabajan; el gobierno mexicano reconoce sólo a 285 mil. De 2005 a 2010, la tasa de desempleo entre los jóvenes pasó del 17.40 al 17.57%. “Si se incrementó el desempleo a nivel nacional, ¿cómo es que se redujo el número de jóvenes que no trabajan ni estudian?”, cuestiona el CAM.

Por falta de oportunidades, el 8% de los profesionistas jóvenes migran, según la Asociación Nacional de Universidades e Instituciones de Educación Superior. A ello, el CAM suma la situación laboral de los jóvenes indígenas. Según el Consejo Nacional de Población, el 32.5% de los varones no trabaja, mientras que el 50% de las mujeres se ocupa en labores domésticas. Muy diferente a la cifra reconocida por las autoridades gubernamentales: 578 mil 678 jóvenes indígenas entre 15 y 24 años no estudian ni trabajan.

El titular de la Secretaría del Trabajo y Previsión Social, Javier Lozano Alarcón, aseguró que del 1 de enero al 15 de septiembre de este año se han generado 677 mil 373 empleos formales.

Los investigadores opinan que ser joven y no tener trabajo ni un pago bien remunerado es el “color que pinta la clase política como futuro para los jóvenes”. Su reporte Empleo y desempleo durante el desgobierno de Felipe Calderón 2006-2010 describe que los jóvenes son promovidos con un ejército de posibles trabajadores paras las trasnacionales y las empresas que contratan sin los derechos laborales de ley.

De acuerdo con estimaciones del CAM, 7 millones 692 mil 590 de jóvenes están en la economía informal, 85 mil 45 más que en 2009. Lo anterior, advierten, muestra no solamente el desprecio que en los hechos se tiene por los jóvenes en el sistema mexicano. “Ser joven no es más que ser un número para la estadística y una presa más de la informalidad, sin derechos laborales, sin prestaciones sociales y sin educación cubierta al ciento por ciento. La preocupación principal para los partidos políticos y el gobierno es gastar lo menos posible en la sociedad y si se es joven lo mínimo posible”.

Más hogares, encabezados por mujeres

El número de hogares mexicanos encabezados por mujeres en el país ha aumentado, apuntan los investigadores. “Hoy más miembros de las familias mexicanas tienen que buscar empleo para hacer frente a las condiciones económicas del país”.

En 2005, el total de hogares mexicanos que eran encabezados por mujeres era del 23.1% o 5.7 millones de hogares. Para 2008, el 25% de los hogares eran encabezados por mujeres, lo que representó 6 millones 705 mil 434 hogares. En 2010 se estima que el porcentaje de hogares encabezados por mujeres es del 28%, es decir, 7 millones 704 mil 571 hogares.

Para la realización de los trabajos domésticos y extradomésticos, las mujeres ocupan poco más de 93 horas al mes; los hombres, 79 horas al mes. A lo anterior, agregan los investigadores, el trabajo que deben realizar las mujeres en sus centros de trabajo para completar el gasto de la familia, generalmente con bajos salarios o con malas condiciones. Éste puede ser a tiempo parcial, flexible y precario.

Más de 2 millones de hogares perciben de cero a un salario mínimo. Los encabezados por una mujer y con ese nivel de ingreso suman los 539 mil 345. Estos hogares, describen los investigadores, no cuentan con los recursos necesarios para adquirir una canasta alimenticia recomendable.

De existir apoyo económico por el reconocimiento doméstico de estas mujeres, ascendería a 166 millones 276 mil 283 pesos mensuales. De manera anual, calculan, ese beneficio sumaría 1 mil 995 millones 315 mil 393 pesos.

Los investigadores dicen que si el total de hogares recibieran una ayuda mensual de dos salarios mínimos por concepto de trabajo doméstico, el apoyo equivaldría a 885 millones 409 mil 299 pesos, el 0.08 por ciento del PIB. De tratarse de un beneficio para cada hogar de este país, ese ingreso representaría el 0.37%.

El total del presupuesto programado para la Secretaría de la Defensa Nacional, la Procuraduría General de la República, Secretaria de Marina y Secretaria de Seguridad Pública representa el 0.87% del PIB, es decir, 57.47% más que la cantidad que se pudiera destinar a las familias mexicanas.