Technicolor Fabrics

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Los jaliscienses que ofrecen un toque muy europeo y bailable a la escena nacional mexicana.

Es cierto, el sonido de los Technicolor Fabrics no es algo que se escuche con frecuencia en México. Tal vez en algún club francés, británico o estadounidense, pero no aquí. Al verlos, uno tampoco creería que son mexicanos porque lucen como algunos personajes extraídos de la revista Vogue Italia: clásicos, pero con un toque de modernidad en su vestimenta.

En 2007 comenzó la historia de esta banda originaria de Guadalajara, Jalisco, en una época en la que agrupaciones mexicanas como Porter, Austin TV, Zoé y HelloSeahorse consolidaban un nuevo camino en la industria de la música  en México, un camino “alternativo e indie” con un sonido inspirado en grupos de otros países y firmados por compañías discográficas independientes.

“Lo que Technicolor Fabrics ofrece al escucha es un show sonoro enérgico y bailable, muy contagiable a cualquier tipo de gente, desde diferentes edades hasta diferentes gustos musicales”, dice Abraham López, el baterista de la banda, cuya alineación es completada por JP Corcuera (vocales y guitarra), Raúl Cabrera (guitarra, bajo y sintetizadores) y Joaquín Martínez (bajo y guitarra).

Lo comprobé hace unos meses, cuando los mexicanos abrieron el concierto de los alemanes The Whitest Boy Alive en el Velvet del Distrito Federal. Al principio, la gente platicaba sin poner atención a los Technicolor Fabrics. Sin embargo, después de unos minutos todos preguntaban sorprendidos por la banda telonera.

Technicolor Fabrics conquistó al DF con “Frequency”, tema del primer disco titulado Run…the sun is burning all your hopes, un tema que indudablemente cumple con el objetivo de la banda: “Lo que más nos inspira es ver bailar a la gente, hacerles mover el pie y la cabeza inconscientemente cuando escuchan nuestras canciones o shows”, dice Abraham López.

Los jaliscienses no sólo han compartido escenario con los Whitest Boy Alive; también lo han hecho con artistas como Phoenix, Underworld, The Dears y Moby, y los nacionales Titán, Nortec, Austin TV y Sussie 4.  Según los Technicolor Fabrics, una de las grandes ventajas de tocar con artistas de talla internacional es la retroalimentación, el hecho de conocer a los músicos y la posibilidad de que ellos conozcan su trabajo, intercambien ideas y opiniones.

Hasta el momento, los conciertos favoritos de los mexicanos han sido los 212 organizados por RMX, The Whitest Boy Alive en Guadalajara y en el DF, y Passion Pit, también en la ciudad de México. ¿El común denominador? La actitud tan positiva que ha demostrado el público mexicano hacia el trabajo de los Technicolor Fabrics.

Un trabajo limpio, simple, nada barroco pero sí muy expresivo, porque con sólo guitarra, bajo, batería, sintetizadores y voz logran un resultado impecable, marcado por letras en inglés y ritmos contagiosos.

Con el primer disco “se buscó lograr un sonido muy melódico y sencillo, sin tantos elementos que muestren protagonismos en la banda. Las canciones en inglés se nos dieron por pura naturalidad, ya que fonéticamente nos resultó más agradable, pero actualmente estamos incluyendo más temas en español para lo que será el siguiente disco. Más que una decisión, fue un resultado de lo que escuchábamos en aquel entonces”, cuenta López.

Para el segundo disco –el cual saldrá a la luz a principios de 2011-, los Technicolor Fabrics buscan superarse a través de canciones más “prendidas”, y una mayor exposición que los impulse no sólo a mostrar su música en más lugares de México, sino también en el extranjero.

Buscar a los Technicolor Fabrics en las tiendas regulares de música es una misión fallida. Mejor vaya a la Discoteca en la colonia Condesa, aunque si lo prefiere también lo puede encontrar digital en iTunes, NoiseShop, CDBaby y Amazon.  ¡A desayunar sentimientos con una banda made in Mexico!