Baja inversión y desempleo paralizan expansión México y A. Latina

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El desempeño de las economías de América Latina, México incluido, está limitado por los bajos niveles de inversión y altas tasas de desempleo, que sobrepasan la media de otros mercados emergentes, de acuerdo con expertos.

foto: ERNESTO BENAVIDES / AFP

La Región muestra un problema de baja productividad como resultado de bajos niveles de inversión fija, la cual ha promediado menos del 1% en la última década frente al nivel de 5% del resto de los mercados emergentes, dijo la firma S&P Global en un informe de junio relativo a la resiliencia que, por el contrario, están demostrando estas economías en el muy corto plazo.

Entre enero y marzo pasados, el PIB de América Latina registró un crecimiento real de 6% a tasa anual ajustada estacionalmente por trimestre y S&P Global estima que el Sector Servicios, que repuntó un 9%, apuntale en parte el vigoroso crecimiento de la zona en lo que resta del año.

Los lastres, sin embargo, también afloran.

La agencia calificadora de riesgos advierte que además de la falta de inversión, el dinero se gasta de manera ineficiente: en América Latina una unidad de inversión en promedio rinde 50% menos del PIB frente a lo que ocurre en el resto de los mercados emergentes.

Los niveles de empleo en la economía típica de América Latina colocan bien entrado el 2021 entre un 5% y un 10% debajo de los niveles pre pandémicos, con tasas de subempleo altas. El avance en la vacunación contra el Covid-19 será la clave para crear más empleo al permitir que más sectores se abran y vuelvan a su plena capacidad.

La Pandemia no ha cambiado eso y, de alguna manera, las expectativas de inversión parecen más débiles debido a la creciente inestabilidad política y social en la Región

Por ello, nuestra expectativa del PIB posterior a la Pandemia sigue siendo un crecimiento promedio en el rango de 2% a 3%, que es aproximadamente la mitad de lo que crecen en promedio otros mercados emergentes importantes”, señala.

La buena

En el muy corto plazo, las expectativas de crecimiento para América Latina son halagüeñas. Para México, el gobierno estima un avance del PIB de 6.5% al cierre de 2021, contra el desplome de 8.5% que exhibió en 2020 a consecuencia de la mayor crisis económica y sanitaria en décadas.

Organismos internacionales, grupos financieros, economistas y académicos ubican un crecimiento del PIB superior al 5 por ciento.

Tan sólo en el primer trimestre, el crecimiento real a tasa anual del PIB ajustado estacionalmente por trimestre en el caso de México fue de 3%, el último de la fila, mientras que Chile, avanzó 13%; Colombia, 12% y Argentina, 10%, éste último caso a tasa mensual debido a que el dato correspondiente al primer trimestre no está disponible. La primera economía de América Latina, Brasil, avanzó 5 por ciento.

La foto, como se ve, es positiva.

Podemos sacar varias conclusiones sobre este desempeño sobresaliente

En primer lugar, los sectores de servicios se están volviendo más resilientes a la evolución desfavorable de una Pandemia; esta es la razón principal de la sorpresa al alza en el crecimiento del PIB del primer trimestre” menciona S&P.

Los estragos de la Pandemia en América Latina siguen sido altos, con aumentos en nuevos casos diarios de Covid-19 que se combina con medidas de cierres adicionales en algunos países, sugiriendo una desaceleración todavía mayor en el Sector de los Servicios, que, sin embargo, ha sido disruptivo.

La lección aprendida aquí es que los hogares y las empresas de la Región se están adaptando rápidamente a vivir en una Pandemia: más compras en línea, más compras al por mayor y, en general, más cómodos para reanudar una vida ´normal´ incluso ante las incertidumbres relacionadas con la Pandemia” menciona S&P.

Mantener un crecimiento constante del Sector Servicios es también mejorar la dinámica del mercado laboral.

Si bien, en ciertos países de América Latina los servicios se han beneficiado de las medidas de estímulo generada por los respectivos gobiernos, como las transferencias directas de efectivo y el seguro de desempleo, a medida que estos efectos vayan desapareciendo, el crecimiento saludable del consumo dependerá más de la mejora del empleo.

En México, la tasa de desempleo se disparó 4.7% en abril, con 574,000 personas en esta situación, mientras que en mayo se crearon 38,961 empleos formales, según datos del IMSS.