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La organización de distribuidores de automotores más influyente del país afirma que a pesar de esfuerzos diezmados de las grandes armadoras, el negocio de venta de autos híbridos avanza, hoy con precios similares a los autos promedio.
El mercado de autos eléctricos e híbridos en México cerró 2022 con 1 millón 094 mil unidades y una tasa de crecimiento de 4.7% anual frente a una participación sostenida de 0.2% entre 2014 y 2016, cuando comenzó a “encender motores”.
Sin embargo, no logra sostener un ritmo de expansión pleno al carecer de un andamiaje normativo y políticas públicas que lo fortalezcan, afirmó Guillermo Rosales Zárate, presidente ejecutivo de la Asociación Mexicana de Distribuidores de Automotores (AMDA).
El año pasado, la Industria Automotriz en términos de electromovilidad facturó ventas por el equivalente a 50,000 unidades dentro del segmento de autos ligeros, donde 45,000 correspondieron a vehículos híbridos y 5,000 a vehículos 100% eléctricos.
Lo anterior sin contar con una normatividad completa en términos de especificaciones técnicas de los cargadores, llamados electrolineras para diferenciarlas de las gasolineras, y donde hay el registro de 1,146 unidades, según datos de la Asociación Mexicana de la Industria Automotriz (AMIA).
Rosales apuntó que además del tema del precio de cada vehículo asociado con la electromovilidad, el obstáculo más visible que enfrentan el Sector Automotriz para una mayor penetración de mercado es atender el desarrollo de la infraestructura de carga, lo que implica crear infraestructura pública.
“Lo que hemos visto hasta el momento son esfuerzos aislados por parte de las armadoras automotrices para ofrecer gratuitamente la recarga en las agencias automotrices”, resalta. Lo anterior incluye algunos convenios con Universidades y hasta hospitales para contar con sitios de recarga, “pero sigue siendo muy incipiente”.
¿Competitivos en precio?
El costo de los vehículos híbridos y eléctricos ha mostrado en los últimos tres años una tendencia hacia el promedio de la Industria, donde el precio promedio ponderado es de 500,000 pesos.
El primer automóvil eléctrico que llegó a México fue el LEAF de Nissan, con un precio comercial de 600,000 pesos frente a los promedios de un vehículo de combustión tradicional, similar en términos de especificaciones y tamaño, que cotizaban en 250,000 pesos.
“Todos los autos eléctricos que se ofrecían eran de gama alta”, rememora Rosales, de la AMDA, lo que significaba tarifas ligeramente debajo del millón de pesos.
Rosales afirma que las armadoras que operan en México han entendido las necesidades del mercado nacional, por lo que hoy los vehículos híbridos, particularmente, son de un menor tamaño, con un menor equipamiento y más cercano a lo que sería un modelo de auto compacto o un vehículo de usos múltiples mediano (SUV´s) de recarga tradicional.
El promedio de venta de vehículos 100% eléctricos también han mostrado una tendencia favorable al cotizar entre los 480,000 y los 600,000 pesos.
Rosales afirma que la política monetaria restrictiva, adoptada por las Autoridades para poder contener la inflación, ha impactado el crédito automotriz en general, con tasas de interés entre el 18% y el 19%, en los últimos dos años.
Sostiene que las mismas tasas aplican para la electromovilidad, puesto que los competidores en materia de crédito automotriz no hacen distinciones entre un vehículo eléctrico o un vehículo a gasolina.
En este recorrido hay un factor que también ha marcado la diferencia en México, resalta Rosales.
“Hay cada vez una mayor competencia en cuanto al número de marcas que están ofertando tanto vehículos híbridos como vehículos eléctricos”, sostiene.
De acuerdo con datos de las asociaciones de vehículos de cada país, hasta el primer semestre de 2022 las ventas de vehículos híbridos y eléctricos aumentaron 37.7% en ocho países de América Latina, donde México y Brasil resaltaron como los punteros.
Hasta el primer semestre del año pasado, ambos países registraron la facturación de 37,042 vehículos híbridos y eléctricos en sus mercados, frente a las 42,654 unidades reportadas en todo el ejercicio 2021.
Limitantes
El representante de la AMDA asevera que la expansión de la electromovilidad en el segmento de autos ligeros enfrenta factores limitativos en términos de regulación y normatividad que abra el paso a los puntos de recarga, desde públicos hasta privados.
Nuevos desarrollos de departamentos o condominios, o complejos de oficinas, por ejemplo, tienen ya integrados servicios como el gas natural, pero carecen de instalaciones de cargadores para autos eléctricos e híbridos. En el mejor de los casos, el avance “siendo sigue siendo lento”.
Otro dique visible es la autonomía del recorrido de los vehículos, donde si bien el progreso tecnológico permite a la Industria Automotriz ofrecer un mayor rendimiento por carga de batería hay que proseguir en el objetivo de tener corredores de recarga a lo largo de los principales ejes carreteros del país.
“Son faltantes tanto en términos de legislación, de normalización; de infraestructura. Esto es por la ausencia de políticas públicas gubernamentales”.