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El subgobernador del Banco de México (Banxico), Jonathan Heath sostuvo el jueves que una serie de factores de la economía mexicana dificulta el proceso de combate a la inflación, por lo que la postura monetaria restrictiva en el país se mantendrá por más tiempo.
Jonathan Heath presentó la ponencia “La política monetaria como herramienta para reducir la desigualdad socioeconómica” como uno de los oradores principales en el primer día de la 51 convención anual del IMEF, en Tuxtla Gutiérrez, Chiapas, en donde aseveró que la aportación de la política monetaria al crecimiento y al desarrollo social es precisamente ser garante de la estabilidad de precios, también consagrado en la Constitución.
Sin embargo, ante empresarios y ejecutivos de finanzas de diferentes puntos de la República, Heath mencionó varios factores internos, a diferencia de la crisis derivada de la pandemia cuando el impacto de precios era por presiones externas, que han dificultado la labor del banco central.
Resaltó el dinamismo del consumo por un mercado laboral fuerte, también acompañado de el otorgamiento de crédito bancario con crecimientos del 22% respecto al 2018, y el ritmo de expansión de la inversión, tanto privada como pública.
Además, el mercado laboral en el país, con una tasa de desempleo de 2.9% no vista antes en los registros, sigue robusto, con un crecimiento de dos dígitos en el salario mínimo.
Paralelamente el gobierno anuncia que para el año entrante va a pisar el acelerador: “estamos tratado de que la economía se enfríe y el gobierno va a cuadriplicar básicamente su gasto el año entrante a 4.9% del PIB, respecto al promedio de 2.3% de los últimos 15 años”.
Tras la pandemia, la economía mexicana experimentó un efecto rebote en 2021, al crecer a tasas de 4.6%; para 2022 creció en 3% y la proyección de este año, ajustada a la alza por economistas en varias ocasiones, oscila entre 3.3% a 3.5%.
Heath mencionó que la economía mexicana se encuentra en una etapa de crecimiento por arriba de su potencial, con las presiones inflacionarias que esto puede conllevar.
La postura monetaria restrictiva es necesaria además porque tampoco ha tenido la repercusión deseada para ir “enfriando una poco la economía”.
“En otras palabras la política monetaria opera con rezagos y hay que dejar que estos rezagos operen.
“Debería de empezar a enfriarse y no lo podemos hacer de una forma prematura”, indicó ante el auditorio empresarial, al que refirió el nivel de la tasa de interés que funciona para los préstamos que operan en México, en niveles de 11.25%.
En cuanto a los precios clave o inflación subyacente, Heath destacó su ritmo de desaceleración, desde el pico de 8.7% alcanzado en noviembre del año pasado, hoy en 5.5%, aunque todavía alejada del objetivo de 3%.
El funcionario, miembro de la Junta de Gobierno del banco central mexicano, que define la política monetaria del país, anticipó que nuevamente las presiones externas afectarán el desempeño de los precios no subyacentes o volátiles, por lo que habría que garantizar un mayor ritmo en la desaceleración de los precios clave, a un 2%.
Sin embargo, en medio de las presiones, Heath no descartó un recorte de tasas de interés que respondería a un ajuste fino sin cambiar un ápice la postura monetaria restrictiva que funciona en México desde octubre de 2022, “para mantener esta lucha contra la inflación”.