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Los pronósticos de los funcionarios del banco central indican que tanto la inflación general como la subyacente mantendrán su trayectoria a la baja; en su penúltima reunión de política del año, reconocieron que el proceso de desinflación en México “ha avanzado”
Por unanimidad, la Junta de Gobierno del Banco de México (Banxico), el máximo órgano de decisión de política monetaria del país, decidió el jueves sostener la tasa de interés interbancaria a un día, la de referencia para los préstamos comerciales, en niveles de 11.25%.
En su comunicado de política, los integrantes de la Junta dijeron que las expectativas de inflación para el cierre de 2023 permanecieron sin cambios, en el caso de la inflación general, mientras que las correspondientes a la subyacente disminuyeron.
Las de mayor plazo se mantuvieron relativamente estables, en niveles por encima de la meta, agregaron.
El último dato de inflación al consumidor en México, correspondiente a octubre y publicado hoy, situó niveles de 4.26% para la inflación general y de 5.50% para la subyacente, no vistos desde 2021,
La Junta atribuyó la trayectoria descendente de la inflación a la mitigación de los choques derivados de la pandemia y del conflicto geopolítico, junto con la postura de política monetaria.
“Los pronósticos continúan previendo que tanto la inflación general como la subyacente mantienen dicha trayectoria descendente”, indicaron los funcionarios.
La Junta destacó en su comunicado que en su penúltima reunión del año “Reconoció que el proceso desinflacionario ha avanzado en el país”, por lo que se sigue anticipando que la inflación converja a la meta en el segundo trimestre de 2025.
Afirmó que con la posición de política adoptada el jueves, la política monetaria se mantiene en la trayectoria requerida para lograr la convergencia de la inflación a su meta de 3% dentro del horizonte de pronóstico
El organismo aseveró que al decidir por unanimidad mantener la tasa referencial del país en 11.25% evaluó la magnitud y diversidad de los choques inflacionarios y de sus determinantes.
También la evolución de las expectativas de mediano y largo plazos y el proceso de formación de precios.
Las previsiones de Banxico están sujetas a riesgos al alza, en primer orden, a la persistencia de la inflación subyacente en niveles elevados; a la depreciación cambiaria y a mayores presiones de costos.
Los riesgos al alza para el desempeño de los precios también incluyen previsiones de que la economía muestre una resiliencia mayor a la esperada y presiones en los precios de energéticos o agropecuarios.
Por el contrario, los riesgos a la baja para la inflación se relacionan con una desaceleración de la economía global mayor a la anticipada; un menor traspaso de algunas presiones de costos, y que niveles más bajos del tipo de cambio contra principios de año contribuyan más que lo anticipado a mitigar ciertas presiones sobre la inflación.
Los funcionarios encargados del diseño de la política monetaria, pese a expectativas de inflación más ancladas que a principios del año, consideraron que el balance de riesgos respecto de la trayectoria prevista para la inflación en el horizonte de pronóstico “se mantiene sesgado al alza”.