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Los viejos procedimientos de reclutamiento de personal están muertos y enterrados, ya no funcionan en el mundo contemporáneo de gran competitividad y en el que cada engrane dentro de los recursos humanos es indispensable para que todo vaya sobre ruedas.
De hecho, los viejos procedimientos establecían solamente la etapa del reclutamiento en forma sólida, porque la contratación solía hacerse a partir de criterios rudimentarios. Eso significa que la intuición, muy valiosa en aquellos tiempos, jugaba un papel decisivo en el futuro de las empresas.
Aquellas eran formas de trabajo muy interesantes, que creaban directivos de recursos humanos casi epopéyicos al lograr equipos de trabajo, manejarlos y darles cohesión a partir de decisiones personales.
Esto cambio radicalmente en todos los ámbitos y, curiosamente, los deportes de alto rendimiento dieron un giro increíble a la búsqueda de personal: a partir de datos duros, de evaluaciones objetivas, se comenzó a decidir como integrar un equipo de béisbol o futbol americano. Eso mismo, aunque parezca sorprendente, está anidado en las nuevas técnicas de las oficinas de recursos humanos.
A partir de esto reclutamiento y selección están claramente diferenciados, son fases de un mismo proceso en cualquier empresa y no son sinónimos, pues en realidad se trata de complementos.
Reclutar otra vez nos hace recordar los deportes profesionales: es una etapa inicial de búsqueda de candidatos, es mirar sus cualidades y defectos en el papel, en su historial, y pensar como encaja en el equipo local. Con esto queda claro porqué la elaboración de currículums y la inclusión de diferentes temas como la capacidad de trabajar en equipo o la de liderazgos son también incluidos en los documentos de presentación del candidato.
Por supuesto que hay campos laborales donde ciertos especialistas no abundan, así que es factible que la oficina de recursos humanos ya tenga ubicados a algunos candidatos cuando se abre una plaza, pero si pensamos en labores más genéricas, elegir al mejor puede simular la búsqueda de una aguja en un pajar.
En la selección, que es la etapa final, la persona real, por fuera de su currículum, también es evaluada y, en su caso, incorporada a la empresa. En esta etapa sí hay pruebas, todas ellas derivadas de técnicas elaborados por expertos, como exámenes psicométricos, entrevistas estructuradas para detectar puntos fuertes y puntos a fortalecer.
Esta es la etapa en la que el experto, a partir de todos estos datos duros, se decide por una opción y posteriormente vigila que las expectativas se cumplan. Como puede intuirse, el mundo de recursos humanos cambió radicalmente en métodos, pero la pasión por el manejo de personal debe seguir latente y la gran satisfacción de crear un equipo eficiente sigue siendo el objetivo.