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Los 27 jefes de Estado y de gobierno de Unión Europea acordaron en una cumbre de dos días realizada en Bruselas que el Banco Central Europeo (BCE) vigilará a las instituciones financieras de la zona euro a partir del 2013 mientras el nuevo supervisor bancario único entra plenamente en funciones.
De esta manera, los 6,000 bancos de la zona euro serán supervisados por el BCE antes del 2014 aunque la mayor vigilancia recaerá en los organismos nacionales.
Los lineamientos legales del supervisor bancario único deberán estar listos en diciembre próximo para que entre en funciones de manera paulatina durante 2013 y esté plenamente consolidado en 2014. Con este mecanismo se pretende superar la crisis de deuda del bloque europeo, la cual se ha prolongado por tres años.
La recapitalización de los bancos a través del Mecanismo Europeo de Estabilidad (MEDE) sólo podrá realizarse cuando el supervisor esté vigente, pero únicamente asumirá los costos de deudas futuras de los países miembros cuando se encuentren en problemas y de ninguna manera los pasivos contraídos en el pasado.
El comisario de Asuntos Económicos y Monetarios del bloque, Olli Rehn, dijo que con esta medida se pretende romper el círculo vicioso entre la deuda soberana y los bancos.
Los países que enfrentan problemas por sus altos índices de deuda, como España, Grecia, Italia y Portugal, esperaban apoyos inmediatos prometidos en la reunión de junio pasado, sin embargo la oposición de Alemania a asumir los costos de estos retrasó la ayuda.
La Unión Europea mantuvo la exigencia de avanzar en el crecimiento a través de las reformas estructurales y la creación de empleos, además refrendó su compromiso de afrontar las tensiones financieras de los mercados y restaurar la confianza.
El Consejo Europeo indicó que para impulsar el crecimiento se avanza en la ejecución financiera de 120 mil millones de euros y en aumentar la capacidad de préstamo global en 60 mil millones de euros, lo que implicaría una inversión adicional de hasta 180 mil millones de euros en los próximos tres años.
Además se trabaja para garantizar que los 55 mil millones de euros de los Fondos Estructurales se movilicen con rapidez y de manera equitativa entre los miembros del bloque para orientarlos en mayor medida hacia el crecimiento y el empleo.