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*Por Luisa Adame Elías, directora de HR Sustainable Impact en HR Ratings
Según MexiCO2, en 2022 se recaudó la cifra récord de USD 95,000 millones por emisiones de CO2, 13% más contra 2021. Debido a que el precio del carbono es relativamente bajo, esperaríamos precios más altos y recaudaciones más altas si no logramos disminuir las emisiones.
El Acuerdo de París entró en vigor en noviembre de 2016 y fue firmado por 193 países y la Unión Europea.
Su objetivo es cumplir con la reducción de las emisiones de Gases de Efecto Invernadero (GEI) y, a su vez, limitar el calentamiento global.
México en su Contribución Determinada a Nivel Nacional (NDC) se comprometió a reducir sus emisiones de Gases de Efecto Invernadero (GEI) en un 35%, de forma incondicional, para 2030.
De forma condicionada, puede aumentar su meta hasta 40%.
Además, el país se comprometió a reducir sus emisiones de carbono negro de forma incondicional en un 51%, y en un 70 % de forma condicional para 2030.
Alineado a esto, cada país ha creado su propia Contribución Determinada a Nivel Nacional y, por lo mismo, cada vez observamos más acciones en la cuales se le pone un precio al carbono.
Hoy, varios son los países que aplican un precio a las emisiones de carbono emitidas por las empresas para lograr cumplir sus compromisos antes de 2030.
El caso México
De acuerdo con MexiCO2, en 2022 se recaudó a nivel global la cifra récord de 95,000 millones de dólares (mdd) por emisiones de CO2, 13% más a la registrada un año antes.
Considerando que, actualmente, el precio al carbono es relativamente bajo, esperaríamos precios más altos de carbono y recaudaciones más altas si no logramos disminuir las emisiones.
Esto, mientras el país avanza hacia las metas. Esto incluye considerar un precio al carbono implementando impuestos al carbono a nivel federal y subnacional, esto es, en las entidades federativas.
El impuesto federal es aplicable desde 2014 a la producción, comercialización e importación de combustibles fósiles destinados a la combustión, exceptuando el gas natural.
Este impuesto y la tasa impositiva se definen en la Ley del Impuesto Especial sobre Producción y Servicios (IEPS).
Algunos de los combustibles que son sujetos al gravamen son el diésel, turbosina, gasolina, propano, butano, entre otros.
El impuesto varía desde los 8 centavos de peso por litro, a más de 50 pesos por tonelada, aproximadamente. Lo anterior dependiendo el impacto ambiental que tiene cada uno de los combustibles.
Entidades beneficiadas
En ciertos estados del país se han implementado o se encuentran en proceso de aprobación impuestos al carbono a nivel estatal.
Dentro de estos estados se encuentran Baja California, el Estado de México, Guanajuato, Jalisco, Querétaro, Tamaulipas, Yucatán y Zacatecas.
Estos impuestos son aplicables a las emisiones de dióxido de carbono (CO2), metano (CH4), óxido nitroso (N2O), perfluorocarbonos (PFC), entre otros.
El uso de los recursos obtenidos por el impuesto estás siendo destinado a proyectos con un impacto ambiental positivo, principalmente, mismos que pueden estar relacionados con rubros de infraestructura, salud y tecnología, entre otros.
El impuesto pude variar de 40 a 540 pesos, dependiendo de la entidad federativa, así como del tipo de gas emitido.
Repercusiones
Este tipo de impuestos ayuda tanto al gobierno federal como a los subnacionales a recaudar recursos que son destinados para proyectos con un beneficio ambiental.
Es además una herramienta utilizada a nivel global para que los emisores disminuyan sus emisiones de Gases de Efecto Invernadero.
Todas las entidades deben estar familiarizadas con los precios del carbono estatales, nacionales y, en caso de ser exportadores con los precios internacionales, así como con las estrategias de compensación aplicables.
Es importante conocer su huella de carbono y el tipo de GEI que sus operaciones emiten.
Conforme se acerque 2030, los países se verán más presionados con cumplir sus metas estipuladas en el Acuerdo de París.
Por lo mismo, se esperaría ver más regulación a nivel nacional y a nivel internacional sobre el precio de carbono, así como un incremento en el precio.
*Luisa cuenta con más de ocho años de experiencia en el Sector Financiero, iniciando su carrera profesional dentro de HR Ratings. Adicionalmente, tiene cinco años de experiencia en Finanzas Sustentables y es Certified Environmental, Social and Governance Analyst (CESGA) por el European Federation of Financial Analysts Societies (EFFAS).
Actualmente la ejecutiva es directora de HR Sustainable Impact en HR Ratings, donde analiza estructuras financieras temáticas y estructuras financieras ligadas a la sustentabilidad, el impacto sustentable de los proyectos financiados, así como el impacto de los objetivos de desempeño sustentable al que las entidades se han comprometido.
De igual forma analiza las entidades desde un punto ambiental, social y de gobernanza (ASG). Luisa es licenciada en Finanzas por la Universidad Iberoamericana (IBERO).
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