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Piensa mal y acertarás
Por Fernando Martin
“Ni modo MORENA, nos ganaron” es como debería resumirse la semana en la que coincidió (en política no hay coincidencias) el cierre de filas de los partidos de oposición con la senadora Xóchitl Gálvez y el quinto informe de gobierno de Andrés Manuel López Obrador. Por años desde su “mañanera”, el señor presidente ha controlado la narrativa de la vida pública en el país, limitándose la oposición a ser unos reaccionarios en temas finamente delineados por el titular del Poder Ejecutivo, pero la rareza de la semana del 28 de agosto al 3 de septiembre radica en la opacidad y sinsabor de un informe de gobierno donde lo más relevante fueron las fallas y atrasos presentados en el Tren Maya, y una frase dicharachera que no puede fallar en López Obrador: “Toma tu Champotón”; frente a la alineación de los reflectores en el proceso de selección de la coordinadora del Frente Amplio por México.
La selección de la “Prima Donna” que encabezará a la oposición en la búsqueda de la Presidencia de la República resultó un evento más mediático en una semana donde el señor presidente esperaba ser el único centro de atención y la última oportunidad de brillar con esa intensidad sin tener que compartir el poder y/o la atención con su sucesor(a). El morbo que generó la declinación del PRI hacía el PAN, la reacción de Beatriz Paredes, la cancelación de la encuesta por la oposición y la entrega de la constancia en un evento que movilizó a más de uno en diversas cuidades del país, logró lo que la oposición no pensaba conseguir hasta hace un par de semanas: llevar a un segundo plano la semana estelar de la Presidencia de la República. Y es que el impulso mediático fue tal que hasta una figura tan controvertida como Alito Moreno, presidente del PRI, se animó a enviar un dardo a MORENA retándolos a guardar la unidad tras la selección del ungido por el gran elector.
Ver a Xóchitl Gálvez arropada, no sólo por militantes y simpatizantes de los partidos políticos que la impulsan, sino también de la ciudadanía organizada, no sólo arrebató la cobertura mediática al gobierno, sino que le quitó un elemento esencial en la estrategia política usada por el señor presidente desde hace décadas: ser la portavoz de una causa justa. Bien los decía Saul D. Alinsky: “Éste no es un mundo de ángeles sino de ángulos, donde los hombres hablan de principios morales, pero se guían por principios de poder; un mundo donde nosotros siempre somos morales y nuestros enemigos siempre son inmorales”.
Si al decir “abrazos, no balazos” ya no es suficiente para ostentar la bandera de la moral, y se opta por poner a su lado a la líder de las madres buscadoras, tal como lo hizo la senadora Gálvez, es maniobrar con una doble estrategia donde (i) Se actúa de forma “espejo” frente a la estrategia moralista del señor presidente; y (ii) Se lleva una campaña política teniendo de su lado una causa justa, sea cual sea, algo que le sirvió a Andrés Manuel López Obrador para llegar a la silla del águila.
Parte del éxito mostrado por Gálvez en los últimos días es gracias a López Obrador al deliberadamente llevarla a la aspiración presidencial. Fue su cálculo político y como en todo cálculo, existen sus riesgos. Ahora que se avecina un enfrentamiento entre Claudia Sheinbaum contra Xóchitl Gálvez con una posible tercera vía en la imagen de Marcelo Ebrard, se puede comenzar apreciar la incomodidad en la exjefa de gobierno de la Ciudad de México ¿o no vieron a Sheinbaum presumiendo sus vestimentas tradicionales intentando subirse al tren de los huipiles? Un tren que ya partió de la estación con una sola pasajera: la mujer del huipil azul.
MORENA lleva una cómoda ventaja en la carrera presidencial, pero eso no significa un triunfo asegurado dado que ya comenzaron a “sentir pasos en la azotea”, diría el populacho. En esta semana donde Sheinbaum sea ungida, no será este suceso el que se lleve los reflectores ¿o acaso no existe un mayor morbo en saber qué hará finalmente Marcelo Ebrard? Entre la atención de los medios en la coordinadora del Frente Amplio y la decisión de Marcelo Ebrard, se pronostica una entrega de bastón desabrida a una aspirante que aún no aprende ser candidata. La selección de Xóchitl Gálvez y Claudia Sheinbaum en estos días se resumirá en una sola frase: el principio del fin hegemónico de MORENA. El partido guinda podrá ganar las elecciones presidenciales el 2024, pero eso no impedirá el crecimiento de la oposición con miras en el 2027 y 2030. El gobernar desgasta, pero ungir a una mujer que no podrá culpar a los gobiernos anteriores y que no podrá decir “yo tengo otros datos” porque simplemente no es López Obrador, desgasta aún más (y es que a ella no le sale).
Pero no se detenga por esta opinión, elija un bando y asuma las consecuencias de tomar partido pues suele ser beneficioso políticamente hablando. El problema estriba en aquellos que se apresuran en tomar un bando, entorpeciendo el proceso para sólo acabar arruinados frente a los pacientes. Recuerde, en política como en el dinero, el poder se termina transfiriendo de los impacientes a los pacientes.