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Además de mencionar la pandemia, la calificadora internacional destaca que el crecimiento del crédito de la banca mexicana se replegó “por la política de incertidumbre” en la actual administración
La agencia evaluadora de riesgos crediticios Fitch Ratings mencionó que el crédito bancario en lo que va de la administración del presidente Andrés Manuel López Obrador se replegó, enfrentando su punto más álgido en el arranque del sexenio.
El crecimiento nominal anual del crédito cayó casi dos tercios en 2019, a 4.3%, y desde el nivel alcanzado en 2018 de 11.7%. Lo anterior sucedió antes de la declaración de la propagación del COVID-19 en México a finales de febrero de 2020.
Fitch dijo en un informe que la pérdida del dinamismo del crédito bancario significó también colocar “por debajo de un promedio de seis años de 11.1% durante la administración anterior del presidente Enrique Peña Nieto, reflejando en parte la política de incertidumbre”.
Similar a lo que ocurrió en la administración de Vincent Fox, indicó la agencia, el crecimiento económico y el consiguiente crecimiento del crédito con AMLO, acrónimo con el que se conoce al presidente mexicano, ha sido menor que durante los mandatos de los presidentes anteriores en los últimos 20 años.
“El crecimiento del crédito durante los primeros cuatro años de AMLO promedió 4.8%, frente a un promedio de 1.1% durante el mismo período bajo la administración Fox, impulsado por una recuperación económica pospandemia más rápida durante 2021-2022”, indica.
Reafirma que “el ruido político bajo el gobierno de AMLO” y el impacto de la pandemia fue lo que afectó la confianza en la inversión, además del crecimiento del PIB. En 2020, el PIB mexicano desplomó 8%.
“El ruido político bajo el gobierno de AMLO, que afectó la confianza en la inversión, y el impacto de la pandemia en el crecimiento del PIB fueron los principales impulsores del débil crecimiento del crédito durante el mandato de AMLO hasta el momento”.
Expertos han señalado que la cancelación del proyecto del Nuevo Aeropuerto Internacional de México (NAIM), también en 2019, representó uno de los desencuentros más tensos entre inversionistas y el presidente electo, que dio el anuncio el año anterior, antes de asumir el cargo.
De hecho, entidades como el Centro de Estudios Espinosa Yglesias (CEEY) atribuyeron la caída de la inversión fija bruta en 2019 a ese acontecimiento.
¿Sin ruido electoral?
Fitch Ratings aseguró que, de cara a las elecciones presidenciales de 2024, las métricas financieras del Sistema bancario mexicano “deberían seguir viéndose más afectadas por factores económicos que por la incertidumbre política”.
“No esperamos perturbaciones significativas en el desempeño financiero de los bancos ni en el crecimiento del crédito, ya que las expectativas actuales apuntan a una transición presidencial ordenada y sin contratiempos, independientemente del resultado electoral”, aseveró.
En su informe, Fitch asegura que los períodos de elecciones presidenciales han tenido un impacto limitado en el desempeño financiero y el crecimiento crediticio de la industria bancaria mexicana,
Uno de los fundamentales es que el país ha experimentado “un período prolongado de estabilidad macroeconómica”.
“Esperamos que la industria bancaria enfrente circunstancias similares durante el período de elecciones presidenciales de 2024”, sostiene.
Carrera presidencial
Las posibles implicaciones de la elección de 2024 en el Sistema bancario mexicano serán más evidentes una vez que se determinen los candidatos finales y sus respectivas plataformas políticas, apuntó Fitch.
Un sondeo de preferencias electorales del área de Research del banco global Citi, el cual tuvo una distribución limitada en México, indicó la semana pasada que los resultados muestran que la coalición de Morena, con el PVEM y el PT, lidera las intenciones de voto, con un 57%.
En tanto, los partidos de oposición, aglutinados en el Frente Amplio por México, con PAN, PRI y PRD, tienen el 36%.
En Morena, actualmente, Claudia Sheinbaum es la puntera de en las preferencias internas, con el 29%.
Respecto a la oposición, Xóchitl Gálvez es ahora la competidora más fuerte, al contar una intención de voto del 17%.
De acuerdo con el ejercicio de Citi, de cumplirse las preferencias, tanto de Morena como del Frente Amplio por México, y que las candidatas sean Claudia Sheinbaum y Xóchitl Gálvez, respectivamente, la primera de ellas tendría el 40% de la intención de voto, por encima del 22% de Gálvez.
“…cambios disruptivos en la política económica que afecten el crecimiento y la confianza de la inversión podrían resultar en un entorno operativo más débil y presionar el desempeño financiero de los bancos mexicanos”, alertó a su vez Fitch en su análisis.