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Por Victor Vega/OCA Reputación
El presidente Andrés Manuel López Obrador ofrecerá el próximo primero de septiembre el mensaje con motivo de su quinto informe de gobierno que marcará el ‘corte de caja’ de su gobierno que se enfila hacia el último año. Es posible que el mandatario dirija un discurso con alta carga político-electoral que pudiera ser en estricto sentido, un llamado a sus simpatizantes y a la base electoral de Morena para que respalden la continuidad de su ‘proyecto de transformación’. El acto protocolario se celebrará en Campeche, un estado en la región del país a la que ha abocado la mayor cantidad de inversión pública en su gobierno.
El primero de septiembre comenzará la cuenta regresiva de 13 meses para el final del gobierno de Andrés Manuel López Obrador. A diferencia de sus informes anteriores, el presidente no hablará desde Palacio Nacional o el Zócalo; lo hará en Campeche para darle protagonismo al Tren Maya, la obra de infraestructura más ambiciosa de su sexenio. Al terminar su discurso, López Obrador tiene previsto abordar por primera vez el convoy para un recorrido de prueba que lo llevará a Mérida, Yucatán.
El corte de caja
El presidente López Obrador es consciente que entra en la recta final de su mandato y, como lo ha dicho en varias de sus conferencias ‘mañaneras’, pretende entregar la banda presidencial a alguien emanado de su movimiento para que haya ‘continuidad con cambio’ y un ‘relevo generacional’ para conducir el proyecto de ‘transformación de la vida pública’ que inició con su triunfo en las elecciones de 2108. Frente a un proceso electoral adelantado por él mismo, y ante un despegue de la oposición que probablemente no había anticipado, López Obrador podría ofrecer un mensaje para enaltecer los logros en cinco años de su administración, enfocados principalmente en desarrollo social, economía, infraestructura y soberanía energética. Es de esperar un discurso con un tono eminentemente político-electoral en el que convoque a la ‘unidad’ y advierta a la ciudadanía sobre el ‘peligro de un triunfo de la oposición’ en las elecciones de 2024 para el regreso del ‘supremo poder conservador’.
Los claroscuros del gobierno de AMLO
El mandatario aprovechará la tribuna para exponer los principales aspectos positivos de su gobierno. Puede presumir la estabilidad económica, que se refleja en factores como la apreciación del peso sobre el dólar, generación de empleos y captación de inversión extranjera, la reducción de 16% de la pobreza, y las obras insignia de su gobierno como el Tren Maya, la refinería de Dos Bocas y el Corredor Interoceánico del Istmo. Sin embargo, el triunfalismo de su mensaje quedará truncado por algunos de los grandes temas como la seguridad. Las cifras oficiales indican que el sexenio cerrará como el más violento de la historia con más de 160 mil homicidios dolosos y la expansión sin precedentes del crimen organizado, que según reportes de inteligencia del propio gobierno filtrados en los Guacamaya Leaks, diferentes grupos criminales dominan 81% del territorio nacional. El combate a la corrupción es otra de las asignaturas en las que las cifras y datos duros contradicen la narrativa del presidente. Transparencia Internacional ubica a México en el lugar 126 entre 180 países evaluados, la posición más baja entre los 38 miembros de la OCDE y la segunda más baja del G-20 después de Rusia. La salud es otro rubro de atención urgente como lo muestra el Coneval en su medición de la pobreza que indica que hay 50 millones de mexicanos sin acceso a servicios de salud.
2024 en la mira
El presidente López Obrador ha manejado un discurso en código electoral a lo largo de su gobierno y ha establecido las reglas y los jugadores en Morena para la sucesión presidencial en 2024. La estrategia de ‘destapar’ anticipadamente a figuras como Claudia Sheinbaum, Marcelo Ebrard, Adán Augusto López y Ricardo Monreal, para contender por la presidencia, ha acelerado la exposición al desgaste natural de su gobierno y las disputas internas en Morena. López Obrador tampoco había considerado la posibilidad de que la oposición se fortaleciera en torno al surgimiento de una figura como la de Xóchitl Gálvez y que, al atacarla en las conferencias mañaneras, la estaría impulsando y posicionando entre la opinión pública en lugar de debilitarla o neutralizarla. Queda al presidente, según ha propuesto, concentrarse en dejar listas todas las obras y proyectos a más tardar en diciembre de este año y ‘entregar el bastón de mando’ a una de las ‘corcholatas’ el próximo 6 de septiembre.
¿Adiós al Plan C?
Hasta hace apenas algunas semanas parecía inevitable un triunfo contundente de Morena en las elecciones de 2024, donde además de la presidencia estarán en juego 9 gubernaturas, 128 escaños en el Senado y 500 curules en la Cámara de Diputados. En mayo, el propio López Obrador duplicó su apuesta al hablar de un ‘Plan C’ que consiste en que Morena gane la presidencia y obtenga la mayoría calificada en el Congreso de la Unión para sacar adelante las reformas constitucionales pendientes que han sido bloqueadas por la oposición. Aunque es muy pronto para hacer pronósticos, es altamente probable que la elección del 2 de junio de 2024 sea mucho más competida y que no haya condiciones para que se de un fenómeno de ‘aplanadora’ de Morena, incluso si no se diera la alternancia en la presidencia.
¿Qué se puede esperar después del 1 de septiembre?
- El informe del 1 de septiembre de 2023 será el último en el que el presidente brille sin que nadie lo opaque. Seis días después Morena tendrá candidato y compartirá los reflectores con el presidente.
- Es probable que el discurso presidencial incremente la polarización y aumente la tensión al promover una elección binaria: o la cuarta transformación o el regreso al neoliberalismo corrupto.
- El presidente tiene de su lado estadísticas, resultados y estudios que le permitirán mandar el mensaje de que ha cumplido en mejorar la calidad de vida de las personas más desfavorecidas, millones de ellas en el sureste del país, y en invertir en obras que impulsen el desarrollo de México.
- Será inevitable que quienes deseen suceder al presidente, tanto de Morena como de la oposición, elaboren sus narrativas con el sustento o en oposición al discurso presidencial.
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