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En el 2021 hubo 15,020 percances, cuyo costo fue de $2,213 millones de dólares, la cifra más alta en los últimos 5 años.
De acuerdo con datos del Instituto Nacional de Salud Pública (INSP), México ocupa el séptimo lugar a nivel mundial y el tercero en Latinoamérica en muertes por hechos de tránsito, con 24 mil decesos al año en promedio.
El Instituto Mexicano para la Competitividad (IMCO) reporta que en el 2021 hubo 15,020 accidentes, cuyo costo fue de $2,213 millones de dólares, la cifra más alta en los últimos 5 años. En este escenario, el autotransporte está directamente afectado, ya que del total de decesos por esta causa, el 40% se registró en tramos carreteros.
Según informes de la Organización Mundial de la Salud (OMS), la seguridad vial está considerada como un asunto de salud pública debido a su importancia. Ante esta situación los países han diseñado estrategias de tipo preventivo y de investigación mediante las cuales se intenta detectar qué tipo de variables pueden incidir en el grado de accidentalidad.
Para Ernesto Del Blanco, director general de la ensambladora y distribuidora de vehículos pesados, ELAM-FAW, “la incorporación de sistemas avanzados de asistencia al conductor, como el frenado de emergencia automatizado, el control de crucero adaptativo y las alertas de cambio de carril, pueden prevenir colisiones y minimizar los riesgos asociados con la conducción de vehículos de carga pesada en condiciones de tráfico intenso”.
La misma OMS advierte que los accidentes de tránsito son una de las principales causas de muerte en todo el mundo, y los vehículos de carga pesada a menudo están involucrados en incidentes de alto impacto. En este contexto, mantener a los operadores de transporte de carga al día con las últimas tecnologías de seguridad y características de las unidades puede marcar una diferencia significativa en la reducción de la cantidad de accidentes.
Programas de capacitación:
Ernesto del Blanco comenta que con un programa adecuado de capacitación a los transportistas es posible la eliminación de riesgos, por eso ELAM-FAW está por lanzar cursos en línea. En la primera fase será una plataforma que enseñe a los operadores de camiones las especificaciones de la unidad, funcionamiento de los instrumentos, así como de componentes importantes; tales como transmisión, frenado, etc.
También contemplan el uso de un simulador el cual recreará el comportamiento de un escenario de conducción que busca acercarse a situaciones reales que el operador puede enfrentar en su día a día. Esta tecnología obligará a usar correctamente los componentes de la unidad, además de prevenir situaciones o bien dar herramientas al operador del camión que le permitan conocer cómo responder ante una situación específica.
“Consideramos de suma importancia la educación continua y el autoaprendizaje, por lo que tener una plataforma de capacitación a este nivel nos permite enseñar, de manera sencilla e inmediata, a nuestros colaboradores y clientes, además de mantenerles actualizados; toda vez que los programas de capacitación serán renovados conforme la tecnología lo demande. Pretendemos dotar a clientes y colaboradores de un ambiente virtual muy sencillo de entender y con las herramientas suficientes para dar un producto sumamente completo y de la más alta calidad”, comenta el directivo de ELAM-FAW
La formación en el manejo de tecnologías de telemática y sistemas de navegación avanzados puede mejorar la eficiencia en la planificación de rutas y la gestión del tiempo de conducción, reduciendo la fatiga del conductor y contribuyendo a una mayor seguridad en las carreteras.
La colaboración entre las empresas de transporte de carga pesada y los fabricantes de vehículos es esencial para garantizar que los operadores estén debidamente preparados para utilizar las características avanzadas de seguridad y las tecnologías emergentes.
La actualización constante de los operadores de transporte de carga pesada en el uso de los nuevos vehículos y tecnologías es una medida crítica para mejorar la seguridad vial, al igual que contar con vehículos que integren innovaciones como los sistemas de asistencia al conductor, tecnologías telemáticas, así como los accesorios necesarios para una vista amplia, adecuaciones que pueden reducir significativamente el riesgo de accidentes y preservar la vida de quienes comparten las carreteras.
La inversión en la capacitación y actualización de los operadores debe ser una prioridad tanto para la industria como para los reguladores.