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El empresario, fundador de la cadena Deportes Martí, y activista contra el secuestro, Alejandro Martí, falleció este lunes a los 73 años.
En el año 2008, una de las industrias más lucrativas de México era la del secuestro.
La tremenda impunidad, la inseguridad constante y la guerra contra el crimen organizado desatada desde la más alta autoridad gubernamental llevaban al país a un nivel de violencia por nadie conocido.
Y esa violencia se ensañaba, particularmente, con figuras públicas que mucho habían hecho por el deporte y el sector empresarial de México.
En 2007, el profesor Nelson Vargas, fundador de las academias de natación más importantes en la historia de México —semillero de campeones— había perdido a su mayor tesoro: su hija Silvia.
El mismo infierno vivió, un año después, el empresario Alejandro Martí, fundador de la cadena de artículos deportivos más importante que haya tenido México: Deportes Martí.
Cadena que, con el tiempo, fue adquirida por el también empresario Alfredo Harpa Helú, propietario de equipos como los Diablos Rojos del México y los Guerreros de Oaxaca, de la Liga Mexicana de Beisbol.
Con un dejo de tristeza, Alejandro Martí reconoció en aquel entonces que “su hijo” —su empresa— había crecido y era momento de que otro empresario lo llevara a otro nivel de desarrollo que él ya no podía proporcionarle.
Alejandro Martí perdió a su otro hijo, Fernando, en un secuestro.
La mañana del 4 de junio de aquel 2008, camino al colegio, el joven de 14 años fue interceptado y a pesar de haber pagado el rescate de 6 millones de dólares —provenientes de vender Deportes Martí a Alfredo Harp Helú— 53 días días después su cuerpo fue encontrado en la cejuela de un vehículo reportado como robado en la Villa Panamericana.
Para el 21 de agosto, Alejandro Martí fue invitado a la reunión del Consejo Nacional de Seguridad para convertirse no solo en el portavoz de familias rotas por uno de los delitos más dolorosos para nuestra sociedad.
Se volvió el portavoz de todo un país al asegurar:
“Señores, si piensan que la vara es muy alta, si piensan que es imposible hacerlo, si no pueden, renuncien. Pero no sigan ocupado las oficinas de gobierno, no sigan recibiendo un sueldo por no hacer nada”.
Con el tiempo, Alejandro Martí fundaría la organización México SOS y se convirtió en uno de los principales activistas en contra del secuestrto.
Finalmente, Alejandro Martí podrá reunirse con su hijo Fernando.
El apotegma que nos dejó, no obstante, sigue vigente en los tiempos actuales:
“Si no pueden, renuncien”.