La pausa en política monetaria: ¿qué significa?, ¿cuánto va a durar?

Tiempo de lectura aprox: 3 minutos, 57 segundos

*En atención a nuestros lectores y a nuestro colaborador, es pertinente mencionar que la siguiente entrega se dio antes de que se conocieran los datos de inflación más recientes (primera quincena de junio de 2023) y la decisión de política monetaria del 22 de junio, cuando el banco central repitió la acción del 18 de mayo de pausar el alza en la tasa de interés. El texto es de una gran vigencia. 

 Por Víctor Ceja 

Si bien la inflación muestra una trayectoria descendente, se encuentra lejos de la meta del 3%. Las expectativas de inflación se ubican también arriba de la meta y el balance de riesgos para la inflación se percibe como “sesgado al alza, aunque sin deterioro”. La pausa durará varios meses; es prematuro hablar de un cambio en la postura monetaria.   

El pasado 18 de mayo, la Junta de Gobierno del Banco de México estableció una pausa en el ciclo de alza de tasas de interés, reconociendo que se ha entrado a una fase de desinflación, lo que pareciera ser razón suficiente. 

La decisión de pausar es inteligente. El impacto de la política monetaria sobre la actividad económica e inflación tiene un rezago significativo y, después de incrementar la tasa de fondeo de 4 a 11.25% en los últimos dos años, con un impacto claramente restrictivo a partir de septiembre de 2022, ahora es conveniente esperar y observar. 

¿Qué es lo que se va a observar? Si la inflación mantiene su trayectoria descendente, en línea con los estimados del Banco Central, entonces lo que viene más adelante sí son recortes en la tasa de fondeo.  

En caso contrario, la tasa de fondeo permanecerá en su actual nivel por un período muy prolongado. Incluso si la inflación detiene su descenso, no se descartan aumentos.  

Hay incertidumbre, sobre todo si se toma en cuenta que el balance de riesgos para la trayectoria prevista para la inflación se mantiene sesgado al alza y los niveles de inflación son elevados, tanto para la general como para la subyacente. Este escenario hace prever que será complicado lograr la meta del 3% hacia finales de 2024, como lo anticipan las proyecciones del Banco de México. 

Evaluar los impactos 

La pausa no debería confundirse con una postura dovish, esto es esperar que el siguiente movimiento del banco central sea necesariamente recortar la tasa de fondeo.  Más bien, las pausas en política monetaria permiten evaluar el impacto sobre la actividad económica y la inflación de los ajustes en tasas de interés realizados anteriormente.  

Esto es, ver si la calibración de la postura monetaria es la correcta: un nivel excesivo de tasas podría llevar a la economía a la recesión, aunque el beneficio sería una baja significativa en la inflación, mientras que un nivel insuficiente enquistaría la inflación en niveles elevados o retrasaría el cumplimiento de la meta. Si se observa que la calibración no es correcta, deberá corregirse.  

Se requieren varios meses para realizar esa evaluación, dado que la política monetaria opera con un rezago considerable. Por ello, es probable que la actual tasa de fondeo se mantenga en su nivel actual de 11.25% en lo que resta de este año, aunque se reconoce que la tasa en términos reales, es decir descontando la inflación de los próximos doce meses, será muy restrictiva a medida que pase el tiempo y se acerque el fin de año, por lo que es posible que los recortes empiecen en los últimos meses de 2023 o en los primeros de 2024. 

Factores de peso 

Mientras tanto, también habrá que considerar las decisiones de la Reserva Federal, pues es posible que se dilate más en declarar una pausa o que ésta sea muy breve.  

Un riesgo es que aumente la tasa de fondos federales y disminuya la diferencia respecto a la tasa de interés doméstica, provocando depreciación cambiaria y salida de capitales. Si esto ocurre, la Junta de Gobierno del Banco de México podría considerar abandonar la pausa y restringir más su postura.    

La pausa se puede mantener si la inflación, general y subyacente, mantienen su trayectoria de baja en línea con las estimaciones del Banco de México.  

Además, será necesario que el peso se mantenga relativamente estable, así como los flujos de capital, y que el crecimiento económico también continúe conforme a lo previsto.  

¿Cuánto durará la pausa? prolongar demasiado los niveles elevados de tasas de interés disminuirá el crecimiento potencial y relajar prematuramente o detenerse demasiado pronto, podría ocasionar el resurgimiento de problemas de inflación más adelante.  

La pausa, y la posterior definición de cuál será la postura monetaria, depende de la trayectoria de la inflación en línea con los estimados del Banco Central y de las expectativas de inflación de corto y mediano plazo. Estos dos factores son visibles, a través de los datos publicados de inflación y de las encuestas disponibles entre analistas.  

Un tercer factor es el balance de riesgos para la inflación que define la Junta de Gobierno del Banco de México en sus comunicados de política monetaria: un balance sesgado al alza implica que la pausa se mantendrá y, si se deteriora, la tasa de referencia podría aumentar. Un balance neutral abre las puertas para concluir la pausa; y, un balance sesgado a la baja se asocia con un ciclo de recortes. 

En la actualidad, la inflación muestra una trayectoria descendente, pero lejos de la meta del 3%. Las expectativas de inflación, por su parte, se ubican arriba también de la meta y el balance de riesgos para la inflación se percibe como “sesgado al alza, aunque sin deterioro”.  

La pausa durará varios meses. Es prematuro hablar de un cambio en la postura monetaria.   

 

Víctor Ceja 

*Víctor tiene 35 años de trayectoria y experiencia en el sector económico y bursátil, así como de análisis y planeación financiera y económica, planeación estratégica, análisis financiero de empresas y estudios sectoriales.  

Desde hace 29 años forma parte del equipo de la casa de bolsa Valores Mexicanos (VALMEX), del Grupo BAL, en donde ha colaborado en la dirección de análisis. Actualmente se desempeña como Economista en jefe, por lo que es responsable del área de Análisis Económico. 

El ejecutivo ha ocupado diversas posiciones, entre ellas, la de jefe de la División de Estudios Económicos en el Instituto Mexicano del Petróleo, y Coordinador de Estudios Sectoriales y Financieros en Celanese Mexicana, S.A. Ha sido colaborador independiente para la elaboración de proyectos de inversión en Fomento Industrial Somex; Etla, Gobierno del Estado de Oaxaca y Mobil Oil de México. 

Ceja tiene varios premios y menciones honoríficas, entre las que sobresalen: Mejor Estudiante de México 1981; The Robert C Rogers Memorial Award 1982; Estímulos y Recompensas del Sector Público 1984 y el primer Reconocimiento a Analistas Económicos 2001, organizado por la Bolsa Mexicana de Valores (BMV) y la Asociación Mexicana de Intermediarios Bursátiles (AMIB). 

Es economista egresado de la Universidad Autónoma Metropolitana (UAM) y tiene estudios de posgrado en Economía por la Universidad de Colorado en Boulder, Estados Unidos, y la Universidad de Cambridge, Inglaterra.