Tiempo de lectura aprox: 2 minutos, 36 segundos
El peso cerró en niveles de 17.11 unidades por dólar, tocando mínimos de 17.0798 no vistos desde abril de 2016 y en respuesta a la pausa del ciclo alcista de las tasas de interés en EUA, donde un diferencial de 600 puntos base, la estabilidad fiscal y la posición externa favorecieron
El diferencial de tasas de interés entre Estados Unidos y México luego de confirmarse la pausa en el ciclo alcista de las tasas de interés de la primera economía mundial incentivó el miércoles al peso mexicano a tocar mínimos de 17.0798, no vistos desde el 19 de abril de 2016, aunque hacia adelante la expectativa del mercado es que haya ajustes en la moneda nacional.
Con base en el comunicado de política del Comité Federal de Mercado Abierto de la Reserva Federal (FOMC, por sus siglas en inglés) y en la conferencia de prensa posterior del presidente de la Fed, Jerome Powell de este miércoles, operadores y analistas apuntan a que la tasa de interés de EUA tendría dos ajustes al alza en lo que resta del año, para concluir con una marca de 5.50%.
El incremento en la proyección de los niveles terminales de la tasa referencial de EUA, que refuerzan la expectativa, responde a la resistencia que exhibe la inflación subyacente, la que marca la tendencia de los precios de bienes y mercancías a más largo plazo, en momentos de un crecimiento consistente y de un mercado laboral que exhibe fortaleza en la mayor economía mundial.
“Un crecimiento mayor al previsto hace un par de meses no necesariamente implicaría un repunte de la inflación. Lo que sí implicaría sería un descenso más lento en esta variable que el previsto por el banco central hace un par de meses”, destacó Ricardo Aguilar, economista en jefe de Banco Invex.
El FOMC elevó sus pronósticos de PIB desde un 0.4% hasta un 1% este año, y recortó marginalmente sus previsiones para 2024 y 2025 a 1.1% y a 1.8%, respectivamente.
Alejandro Saldaña, economista en jefe del grupo financiero Bx+ anunció incrementos en sus estimaciones de paridad cambiaria ante la expectativa de una caída en los diferenciales de tasas entre México y EUA, una “recesión global” prevista entre el tercer y cuarto trimestre de este año y donde las elecciones presidenciales de 2024 en ambos países “pueden producir volatilidad adicional”.
Saldaña dijo que ahora el tipo de cambio se movería en un rango de entre 18.40 a 18.70 pesos por dólar al término de 2023 y entre 19.70 a 20 unidades por billete verde en el siguiente año.
El escenario de Bx+ incluye el enfriamiento económico en Estados Unidos, lo que impactaría negativamente las cuentas externas de México, compuestas por exportaciones, remesas, e inversión extranjera directa.
“La pausa en el ciclo de aumentos no fue interpretada como una medida de relajamiento, sino como una pausa agresiva o restrictiva (“hawkish pause”)” destacó por su parte Gabriela Siller, directora de análisis económico de grupo financiero Base con base en el ajuste al alza de las expectativas de tasas de interés entre los miembros de la Fed.
Si bien los nuevos pronósticos del FOMC no prevén una recesión económica para finales del 2023 y que la proyección de la tasa de desempleo al cierre del año disminuyó de 4.5% a 4.1%, Powell indicó que las presiones inflacionarias siguen siendo altas y que aún falta “un largo camino por recorrer” para lograr el objetivo de inflación de 2% anual.
“La proyección para la tasa de desempleo bajó de 4.5% a 4.1% al cierre del año. Un mercado laboral ajustado a la par de un crecimiento económico sostenido es consistente con la expectativa de una postura monetaria restrictiva”, apuntó Siller.
“Los riesgos para nuestros estimados de crecimiento, inflación y tasa de interés de referencia de Estados Unidos en 2023 se encuentran sesgados al alza”, apuntó a su vez Aguilar, de Invex.
En lo que va del año, la moneda mexicana exhibe una apreciación de 12.26%, lo que la convierte en la segunda divisa más apreciada frente al dólar y solo detrás del peso colombiano, con 14.03%.
Más temprano, un ejercicio de Base arrojó que un peso marcadamente apreciado impactará las exportaciones mexicanas y el poder adquisitivo de las remesas. En caso de que la paridad se mantenga en 17.11 pesos por dólar el resto de 2023 implicaría una caída de 11.1% en el poder adquisitivo de las remesas, la mayor de la que se tenga registro.
Hasta el 2022, las entidades federativas mayormente beneficiadas por las remesas fueron Guerrero, Michoacán y Chiapas, con una proporción de su PIB de 26.1%, para los primeros dos casos, y de 23.65% en el caso de Chiapas.