La estandarización ISO de la calidad

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Imaginemos un mundo donde cada país o cada región “impone” sus normas de calidad en producción industrial, servicios, un artículo electrónico específico o, incluso, en la gestión de un centro laboral para garantizar la seguridad y la salud en el trabajo. En este hipotético mundo, podría haber dos calificaciones, emanadas de lugares diferentes, que se llamaran “máxima calidad”, pero que en realidad fuesen completamente: una rigurosa y otra, la menos mala en un contexto donde la calidad no fuese una norma seguida por la mayoría.

Por eso la importancia del surgimiento de las normas ISO (denominación nacida del acrónimo de International Organization for Standardization, organización que data de 1946) que estandariza la calidad en cada tipo de proceso industrial y de servicio. A la par de estas normas, han surgido acompañamientos muy útiles para conocer y aplicar los lineamientos de calidad aceptados internacionalmente. Isotools es uno de los más reconocidos por su convicción de que un monitoreo preciso permite detectar riesgos y ponerlos bajo control. No es difícil imaginar lo importante que es esto si retomamos el ejemplo de la seguridad y salud laboral.

Antes que nada, debemos entender que todo proceso puede contar con estándares de calidad que permitan garantizar buenos resultados, objetivos cumplidos, así como que dichos procedimientos echen raíces en el lugar y no sean aves de paso.

Siguiendo con el ejemplo de una ISO enfocada a la seguridad en centros laborales, debemos señalar que existe la norma identificada con el numeral 45001, que busca certificar sistemas de “Gestión de Seguridad y Salud en el Trabajo”.

Y justamente es un ejemplo excelente de lo que mencionábamos al principio de este artículo. La ISO-45001 dejó a tras una norma de carácter nacional, británica específicamente denominada OHSAS 18001, y que muchos países industrializados tomaron como propia luego de que se hizo evidente la necesidad de disminuir los accidentes en el contexto laboral.

Lo llamativo es que si bien la norma británica tenía un reconocimiento pleno en el ámbito industrial, la llegada de una norma ISO verdadera permitió afinar los lineamientos al punto que su aplicación ha significado la disminución de accidentes graves, limitar los riesgos incluso en trabajos en sí mismos peligrosos y aumentar la moral de los trabajadores que finalmente se sienten más seguros.

Un lenguaje más accesible para el sector servicios, pensado en todos los contextos nacionales, ha producido una mejor, aceptación de la ISO y, nuevamente, su adopción ha mostrado buenos resultados en la práctica.

Como puede apreciarse, en el ámbito de los riesgos y la salud de los trabajadores, las normas ISO han resultado una poderosa arma para mejorar los centros laborales y eso que su llegada se realizó con relativa tardanza.

Para cualquier dueño o administrador de empresas, es hora de acercarse a estas normas y resulta especialmente útil recurrir a expertos para su aplicación y lograr una certificación que ns ondrá por delante de nuestra competencia.