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La paridad del peso contra el dólar tocó mínimos el lunes en los 17.4334 unidades por dólar, una marca no vista desde abril de 2016, apoyada por el ingreso de flujos derivado de las exportaciones; la política restrictiva del Banco de México, y la consideración por parte de los inversionistas de que la moneda mexicana es la más líquida entre los mercados cambiarios en América Latina.
El peso mexicano exhibía después de la media jornada del lunes una apreciación de 0.84% frente a la sesión previa, marcando los 17.4334 unidades por dólar, marca no vista desde el 4 de mayo del 2016, e influenciado por la expectativa de que las exportaciones sostengan su ritmo de crecimiento, la Inversión Extranjera Directa mantenga su paso en vista del nearshoring, y en medio de la postura restrictiva por parte del Banco de México (Banxico).
“Inclusive, si el Banco de México decidiera mantener la tasa referencial en 11.25%, el peso seguiría siendo atractivo, con un diferencial (contra la tasa de Estados Unidos) de 600 puntos base” señaló Rafael Carrero, analista independiente del mercado de cambios, ante la cercanía la reunión de política de la Junta de Gobierno a realizarse el 18 de mayo.
Gabriela Siller, directora de análisis económico de Grupo Financiero Base indicó a Fortuna que la apreciación del peso a estos niveles coincidió con la posición del presidente de la Cámara de Representantes en EUA, el republicano Kevin Mc Carthy, contrario al partido del presidente Joe Biden, en el sentido de que las negociaciones del techo de la deuda en la primera economía mundial no llegan a su fin, causando presión sobre el dólar y con los inversionistas refugiándose en monedas altamente líquidas, como el caso de la divisa mexicana.
“Desde el inicio del año hasta el mínimo del año alcanzado el 11 de mayo (pasado) de 17.5353 pesos por dólar, el peso mostró una apreciación de 10.07%.
“En el corto plazo es posible que el peso se siga apreciando acercándose a niveles de 17.45 pesos por dólar, porque los inversionistas a nivel internacional quieren seguir aprovechando los rendimientos que la divisa puede otorgar”, aseveró el mismo banco en un escrito.
Carrero recordó que un tipo de cambio fuerte, a la postre, trae consecuencias negativas para la economía mexicana, en función de las exportaciones, que se vuelven más onerosas, las remesas, y el Turismo, con un dólar acentuadamente debilitado frente al peso.
“Para cerrar la cuadratura, creo que también mete ruido el hecho de que China busque que otras monedas puedan hacer comercio internacional contra el dólar, como el propio yuan, para lo cual ya está convocando al bloque BRIC (Brasil, Rusia, India y China”, indicó.
Por su peso en el comercio internacional, el dólar significa el 45% de los volúmenes de exportación, muy alejado de 2.30% de China.
El ejercicio de Base abarca la expectativa de que en el mediano plazo, la economía de Estados Unidos caerá en recesión, lo que desaceleraría los flujos de dólares que llegan a México.
“Con esto, es posible que el tipo de cambio pueda acercarse a niveles de 18.00 pesos por dólar en un escenario de una recesión leve, sin mayor aversión a nivel global”, dijo.