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En una conferencia con universitarios el lunes, el secretario de Hacienda y Crédito Público, Rogelio Ramírez de la O, dijo que el problema de la inflación en alimentos es que es el principal propulsor del aumento en los salarios. En los alimentos, “no vemos que va a bajar rápido la inflación”, sentencia
El secretario de Hacienda y Crédito Público (SHCP), Rogelio Ramírez de la O. dijo que los impactos de la inflación, especialmente en alimentos, se convirtieron en un verdadero problema a nivel global, donde todavía hay confusión para contenerla, y donde los bancos centrales, creen que la van “a atacar” por medio de altas tasas de interés.
“Es un problema de inflación que está concentrado por el lado de alimentos, en primera instancia. Y el alimento, como dirían los autores clásicos -Marx, por ejemplo-, es la fuente propulsora del aumento del salario”, dijo, al inaugurar la cátedra La economía mexicana ante los retos globales, en la UNAM.
Ramírez de la O explicó a estudiantes de la Facultad de Economía que es el salario de la actividad productiva “lo que se está desviando” de los objetivos de inflación, razón por lo cual en economías avanzadas como en Estados Unidos, por ejemplo, “lo quieren atacar con mayores tasas de interés”, con el objetivo de enfriar la economía y así propiciar la caída en el empleo y los salarios, buscando con esto controlar una inflación desbordada, que alcanzó el año pasado niveles de 9.1% en la primera economía mundial, no vista en cuatro décadas.
“Entonces es muy delicado la inflación de alimentos”, dijo el funcionario de más alto rango dentro de la SHCP.
En México, los precios de las mercancías y los servicios han venido moderando su ritmo de crecimiento producto de la Pandemia y el cierre de las actividades económicas a nivel mundial, además de las secuelas de la guerra en Europa del Este, que afectó tanto los precios de alimentos como los de la energía.
Al cierre de marzo ubicó niveles de 6.85% a tasa anual, por debajo de la inflación de febrero, de 7.62% anual, y alcanzando con esto su menor nivel desde octubre de 2021.
Sin embargo, la preocupación de analistas radica en la inflación subyacente o lo que explica la tendencia de más largo plazo en los precios, que ubicó al cierre de marzo en 8.09% anual. Y la cual “se niega” a aflojar el paso.
Dentro de los precios subyacentes, pese a que la inflación de mercancías alimenticias ha venido desacelerando desde agosto del año pasado, todavía creció a ritmos de 12.95% en marzo.
Sin embargo, para los expertos, es la inflación relacionada con los servicios la que presenta la mayor alerta, pues si bien registran tasas de crecimiento de 5.71%, es su mayor marca desde 2021, o de hace 22 años.
Ramírez de la O dijo al auditorio universitario que algunos gobiernos estiman pertinente “atacar” la inflación con controles de precios o con manipulaciones en los tipos de cambio, mientras que la salida de otros, como Europa, de otorgar subsidios onerosos a la energía, está “amenazando con quebrar sus finanzas públicas”.
Si bien la curva general de precios viene bajando desde hace prácticamente 6 meses “en los alimentos no vemos que va bajar rápido la inflación”, sostiene.
Ramírez de la O también habló de la recuperación que tuvo la economía mexicana por un efecto rebote en 2021, a un ritmo de 4.9% después de haber desplomado 8.5% en 2020, cuando inició la crisis del COVID.
“Pero lo interesante es que se ha mantenido. (Y) a pesar de que esta capacidad de crecimiento se ha ido agotando en otras economías”, afirmó y citó el caso de EUA cuyo PIB ha mostrado a partir de este año señales de debilitamiento.