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En el mercado mexicano de las gasolinas y diésel se encontró la posible realización de conductas que podrían afectar la competencia en la comercialización, distribución y venta al público de dichos combustibles en estaciones de servicio (gasolineras).
La Comisión Federal de Competencia Económica (Cofece) informó que su autoridad investigadora concluyó la etapa en la que investigaba a empresas y personas por la posible realización de operaciones entre empresas que afectarían la competencia en este mercado.
Además, de haberse realizado dichas operaciones no fueron notificadas a la Cofece, lo que por ley debe informarse para que el organismo pueda evaluar si se afectan, o no, las condiciones del mercado y, en última instancia, a los consumidores.
Por tal motivo la Comisión emplazo a los probables responsables de la operación para que, mediante un procedimiento seguido en forma de juicio, presenten su defensa sobre las imputaciones que les hacen.
Las conductas que la Cofece señala en este caso, conocidas como concentraciones ilícitas, se refieren a la realización de operaciones entre empresas que podrían tener como resultado limitar, obstaculizar o dañar la competencia que debe prevalecer en los mercados.
Algunos de los efectos que generan las concentraciones ilícitas son:
- Dan poder a las empresas para imponer precios
- Desplazan a los competidores
- Facilitan conductas monopólicas que dañan a los consumidores
De comprobarse que se llevó a cabo alguna o algunas concentraciones ilícitas, así como la omisión de notificación de concentraciones cuando legalmente debió de hacerse, podrían imponerse sanciones a cada uno de los agentes económicos y personas físicas emplazadas de conformidad con la Ley Federal de Competencia Económica.
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