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Según el organismo, la economía nacional —que este sexenio tendrá un crecimiento nulo— tendría mejores oportunidades con un triunfo de la alianza Va por México, con Marcelo Ebrard e incluso con Ricardo Monreal.
El Centro de Estudios Económicos del Sector Privado (CEESP) ya descalificó a la que es la “corcholata” favorita del presidente Andrés Manuel López Obrador para las elecciones del 2024.
En su análisis económico semanal, el organismo aseguró que con un triunfo de la actual jefa de gobierno de la Ciudad de México, Claudia Sheinbaum, “habría menor posibilidad de reactivación económica. Ebrard o Monreal serían más afines a la inversión y podrían lograr resultados importantes rápidamente”.
Sin embargo, “con un triunfo de la oposición las posibilidades de reactivación económica en el plazo inmediato serían mayores”.
El CEESP expuso que “por el lado de Morena, es factible y hasta probable que llegue a la contienda presidencial dividido, resultado de la elección de su candidato. Todo apunta a una decisión a favor de Claudia Sheinbaum, y es posible que Marcelo Ebrard y Ricardo Monreal no lo acepten pasivamente cooperando con ella. Una situación así claramente debilitaría al movimiento”.
“Sheinbaum se muestra, por ahora, más próxima a la consolidación de la 4T. Ella representa al ala más radical de la izquierda, incluso más que AMLO. Si llegara a presidir el país, especialmente con la intención de prolongar la llamada transformación, enfrentaría problemas considerables. No tiene la popularidad ni la base dura y la lealtad de la que goza López. La compensación de esa deficiencia exigiría gasto público creciente, con una sostenibilidad fiscal ya frágil y sin márgenes. Y muy probablemente su llegada y la de su equipo generaría una nueva ola de incertidumbre”, detalló.
De hecho “la transición López-Sheinbaum podría ser similar a la de Lula da Silva-Dilma Roussef en Brasil en 2011, que culminó con el fracaso de ella, al carecer del carisma y las buenas condiciones de Lula y no reaccionar con los ajustes debidos”.
“La otra posibilidad de Morena —continuó el CEESP— sería la designación de una candidatura más moderada como podría ser la de Ebrard y, en menor grado quizá, de Monreal. En caso de obtener el triunfo, esta opción probablemente elegiría una senda más bien de social democracia, con aspiraciones más ortodoxas tipo (algunas) de Europa occidental. Esta alternativa permitiría virar con mayor facilidad hacia reactivar rápidamente la inversión y el consumo mediante enfoques de mayor frescura que los actuales”.
Con Ebrard o Monreal “la actitud hacia la inversión productiva sería posiblemente más amigable y el acercamiento a los EEU más claro. En este sentido, habría más oportunidad de lograr entusiasmo de la inversión como se señaló antes: con medidas que serían razonables en otros contextos, pero con gran impacto después de las políticas y posiciones del gobierno actual”.
Sin embargo, “por el lado de la oposición, si se organiza un bloque coherente y sólido que pueda acceder al poder, las posibilidades de reactivación económica en el plazo inmediato serían mayores y altamente probables, en comparación con cualquiera de las opciones de Morena”.
Esto, “aunque sea solamente porque se esperaría un golpe de timón con respecto a las políticas económicas del actual gobierno, con una actitud más favorable a la inversión nacional y extranjera, y a su vez generaría mayor entusiasmo e interés congruentes con las tendencias de la relocalización de la actividad económica”.
Cabe recordar que, en reiteradas ocasiones, el CEESP ha señalado que el crecimiento durante el sexenio del presidente López Obrador será prácticamente nulo, en gran medida porque no solo ha habido incentivos hacia la inversión privada —nacional y extranjera— sino incluso un ambiente hostil a la misma.
Finalmente, el CEESP consideró que “bajo cualquier gobierno que sea elegido, las siguientes administraciones enfrentarán un desafío colosal en la reconstitución de instituciones, sistemas y recursos financieros y humanos en diversas áreas, como Educación, Salud, Seguridad Pública y regulación económica en los tres órdenes de gobierno, rigideces y costos del mercado laboral, organismos reguladores federales, condiciones fiscales sostenibles y distribución adecuada del gasto público y el reordenamiento de las responsabilidades de las fuerzas armadas, entre otras”.