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Sorpresivamente, la inflación en la primera economía mundial aceleró a 0.5% en enero contra diciembre, cuando reportó un ajuste de 0.1% preliminar, marcando en el primer mes del año un crecimiento de 6.4% frente al 6.2% esperado
La inflación de Estados Unidos creció a una tasa mensual de 0.5% en enero, frente a la caída mensual preliminar de 0.1% de diciembre, colocando un nivel de 6.4%, frente a la tasa de 6.5% de diciembre, pero con un consenso esperando un crecimiento de 6.2% en el primer mes del año y un ritmo de menores presiones en el indicador. En su medición mensual revisada, la inflación de diciembre creció en 0.1% debido a los efectos de un ajuste en las ponderaciones.
Información del diario español El Economista consigna que el índice “core” o subyacente, aquel que marca la tendencia de largo plazo en el Índice de Precios al Consumidor (IPC) de la potencia “ha caído sólo una décima, hasta el 5.6%”.
El shock inflacionario en EUA dio comienzo a mediados de 2021 tras la coordinación de políticas monetarias y fiscales sin precedentes, cita el diario español. El gasto agregado en la mayor economía mundial se disparó, generando cuellos de botella y disparando los precios a partir de la pandemia, cuando el IPC llegó a superar el 9% interanual en julio del año pasado, la mayor escalada no vista en cuatro décadas.
Si bien el ritmo de la inflación ha empezado a ceder la tendencia apunta a una desaceleración de la inflación y tasas menos altas que dañen a la economía. Pese a todo, la Reserva Federal estadounidense (FED) aún tiene un trecho de alzas en las tasas de interés, con un objetivo de 5% y mantener este nivel en un tiempo.
La Reserva Federal pretende dejar el precio del dinero en territorio restrictivo el tiempo suficiente para que la inflación vuelva al objetivo de forma sostenible, al 2%, un nivel que aún se encuentra excesivamente lejos.
La presión de enero
Esta primera lectura del IPC en el año, las autoridades han actualizado las ponderaciones del gasto utilizadas para calcular el IPC a partir del mes pasado.
Las últimas ponderaciones han estado reflejando el gasto de los consumidores en 2019 y 2020. La vivienda representa ahora el 44.4% del IPC, frente al 43% previo, con lo que tiene más influencia en el índice general. El transporte representa ahora el 16.74% del IPC, frente al 17.73%.
El peso de los alimentos, por el contrario, bajó del 13.86% al 13.53%, al igual que el de los coches usados.
Precisamente las ventas de automóviles y la vivienda, además de la gasolina, eran tres componentes que se esperaba que pudieran contribuir a una lectura más alta.
En el caso de los automóviles había llamado la atención el repunte del 2.5% en la última revisión del dato (índice Manheim de vehículos de segunda mano) tras meses de caída y más allá de su menor ponderación ahora.
La vivienda preocupaba “como factor de distorsión, dado el efecto retardado en los datos de la contracción de los precios de la vivienda y los nuevos contratos de alquiler”, de acuerdo con un reporte de ING.
Las recientes revisiones realizadas por los funcionarios del Buró de Estadísticas Laborales (BLS, por sus siglas en inglés) arrojan un aumento de la inflación respecto a los últimos informes de 2022 no registrado inicialmente.
De este modo, en lugar de caer, como se había estimado inicialmente, el IPC intermensual de diciembre subió. Los datos de los dos meses anteriores también se revisaron al alza, lo que según algunos economistas aumenta el riesgo de lecturas de inflación más altas en los próximos meses.
Inflaciones altas
La desinflación percibida en los últimos datos no se produciría tan en línea recta como se esperaba.
El IPC subió 0.1% mensual en diciembre, en lugar de caer un 0.1% como se informó. Los datos de noviembre también se revisaron al alza para mostrar un aumento del IPC del 0.2%, en lugar del 0.1% estimado anteriormente.
En octubre, el IPC subió un 0.5%, revisado al alza desde el aumento del 0.4% comunicado anteriormente. Asimismo, el IPC subyacente subió un 0.4% en diciembre, en lugar del 0.3% comunicado anteriormente.
Los datos de noviembre se revisaron al alza para mostrar un avance del llamado IPC subyacente del 0.3%, en lugar del 0.2% estimado inicialmente. Los datos del IPC subyacente de octubre no se revisaron.
Las revisiones se debieron al nuevo cálculo de los factores de ajuste estacional, el modelo utilizado por el Gobierno para eliminar las fluctuaciones estacionales de los datos.
Excluyendo los precios volátiles de los componentes alimentario y energético, el IPC subió inclusive a una tasa de 0.4% en diciembre, en lugar del 0.3% comunicado anteriormente.
Los datos de noviembre se revisaron al alza para mostrar un avance del llamado IPC subyacente del 0.3%, en lugar del 0.2% estimado inicialmente. Los datos del IPC subyacente de octubre no se revisaron.
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