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En un simposio sobre la independencia de los bancos centrales realizado el martes, el funcionario aceptó que las acciones adoptadas para disminuir el ritmo de la inflación pueden ser impopulares, y que la ausencia de injerencias políticas permite tomar las medidas con independencia y responsabilidad.
La independencia de la Reserva Federal de EUA de la influencia política es fundamental para su capacidad de combate a la inflación y requiere que se mantenga al margen en temas como el cambio climático, que están más allá del mandato establecido por el Congreso, aseveró el martes en Estocolmo el presidente del Banco Central de la primera economía global, Jerome Powell.
“Restaurar la estabilidad de precios cuando la inflación es alta puede requerir medidas que no son populares a corto plazo, ya que elevamos las tasas de interés para desacelerar la economía.
“La ausencia de un control político directo sobre nuestras decisiones nos permite tomar estas medidas necesarias, sin considerar el corto plazo (con) factores políticos”, expuso el funcionario en comentarios preparados para un foro sobre la independencia de los bancos centrales patrocinado el Riksbank, el Banco Central sueco, de acuerdo con información de la agencia Reuters.
Powell enfatizó que “deberíamos ‘mantenernos en lo nuestro’ y no divagar en la búsqueda de beneficios sociales percibidos que no están estrechamente vinculados con nuestras metas y autoridades legales”.
“Asumir nuevos objetivos, por valiosos que sean, sin un mandato legal claro socavaría el caso de nuestra independencia”, enfatizó.
Según el máximo funcionario responsable del diseño de la política económica en la primera política monetaria, la necesidad de que el Banco Central estadounidense maneje la inflación a través de las tasas de interés y otras políticas es “bien entendida y ampliamente aceptada”. Además recordó que el mandato está incorporado en una ley federal que encarga a la FED mantener el máximo empleo y precios estables.
Política monetaria sin políticas “verdes”
Aunque Powell dijo que los poderes regulatorios bancarios de la FED le otorgan un papel para garantizar que las instituciones financieras entiendan los riesgos potenciales que enfrentan por el cambio climático, “sin una legislación explícita del Congreso, sería inapropiado para nosotros usar nuestra política monetaria o herramientas de supervisión para promover una economía más verde”.
No somos, y no seremos, un ‘formulador de políticas climáticas”, sostuvo en su discurso.
“Las decisiones sobre políticas para abordar directamente el cambio climático deben ser tomadas por los poderes electos del gobierno y, por lo tanto, reflejar la voluntad del público expresada a través de las elecciones”, dijo en el foro en Estocolmo, reafirmando los principios que ha expuesto antes cuando el público o políticos electos lo cuestionan sobre el enfoque del Banco Central frente al cambio climático.
La posición de Powell sobre el tema contrasta con los principales bancos centrales de Europa que han integrado los esfuerzos de economía verde en su formulación de políticas.
Pero también reconoce las realidades políticas de Estados Unidos, donde la opinión entre los funcionarios electos está más dividida en este frente: Powell y la FED han enfrentado en general fuertes críticas de los republicanos, que ahora controlan la Cámara de Representantes de EUA, incluso por los esfuerzos para incluir consideraciones asociadas con el clima dentro de su supervisión del Sistema Financiero estadounidense.
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