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En San José California, Elizabeth Holmes, fundadora de Theranos, una empresa de análisis clínicos que quebró y defraudó a sus inversionistas al presentar supuesta tecnología disruptiva en este mercado, fue condenada a más de 11 años de prisión
La sentencia a 11 años de prisión terminó con un proceso judicial que desde hace un año ha generado largos debates sobre la cultura de Silicon Valley que premia la extrapolación de supuestos éxitos empresariales y de innovación.
Holmes, obtuvo 945 millones de dólares para la empresa Theranos, que supuestamente controlaba tecnología de última generación para realizar análisis clínicos, prometiendo que revolucionaría el mercado de análisis clínicos. Holmes prometió una máquina que revolucionara el tiempo de entrega de análisis para el diagnóstico de enfermedades, pues con sólo una gota de sangre se lograría detectar decenas de enfermedades.
A Holmes se le encontró culpable de fraude electrónico por engañar a los inversionistas, de acuerdo con la sentencia del juez Edward J. Davila del Tribunal de Distrito de EE.UU. para el Distrito Norte de California.
Ahora Holmes, de 38 años, pasará 135 meses de prisión, poco más de 11 años, seguido de tres años de libertad supervisada. La sentencia de Holmes se cumplirá a partir de abril de 2023. Holmes espera su segundo hijo y llega a prisión después de que muchos medios de comunicación la compararon por su brillante emprendimiento con Steve Jobs, fundador de Apple. Incluso, la llamaron La nueva Steve Jobs por el cambio disruptivo que prometió para el sector de los diagnósticos clínicos, uno de los principales costos para el sistema médicos estadounidense (Medicare).
Holmes aparecía en entrevistas para medios especializados ataviada con blusas de cuello alto, con zapatos flat y sacas negros, engolaba la voz, al estilo de los creadores de Start Ups en el Valle del Silicio. ¿Qué podía fallar? Simple. Holmes engañó a los inversionistas pues el supuesto dispositivo de análisis clínicos multi diagnóstico nunca funcionó.
A pesar de ello, Holmes levantó capital en Ofertas Públicas Iniciales (OPIs), cerró ventas, alianzas, como la que alcanzó con una importante cadena de farmacias para colocar el dispositivo en todas sus sucursales. Holmes, entonces, comenzó a falsear las pruebas del dispositivo realizándolas en pruebas de otros dispositivos de la competencia. Un fraude.
Ahora, Holmes fue sentenciada por fraude. Una lección para todos en Silicon Valley. La siguiente Steve Jobs, según Forbes.