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El mandatario rechazó que el gobierno federal se vea obligado a contratar servicios de telecomunicaciones a empresas privadas.
La empresa estatal Altán Redes no solo llevará servicios de telecomunicaciones a las comunidades más añejadas del país. También dará internet y telefonía al gobierno de México y competirá directamente con las empresas del sector privado en los principales mercados del país.
En la conferencia de prensa matutina de ayer jueves, López Obrador explicó que Altán Redes —-recientemente rescatada por el gobierno mexicano— no puede ofrecer directamente sus servicios de telecomunicaciones a los usuarios de las comunidades más alejadas de México.
Por esta razón, se invertirá en la construcción de 5,000 antenas, a fin de que la nueva filial de la Comisión Federal de Electricidad (CFE Telecomunicaciones e Internet para Todos) llegue a los consumidores que hoy no cuentan con una línea telefónica.
Sin embargo, los planes de López Obrador para Altán Redes van más lejos.
Este viernes en la conferencia de prensa matutina, el mandatario adelantó que “vamos a hacer la gestión para que nos permitan que las instituciones gubernamentales puedan tener ese servicio y, luego, que nos permitan competir con los privados en la Ciudad de México y en cualquier lugar”.
“El gobierno no puede tener telefonía celular para sus oficinas, para el cumplimiento de sus funciones. Lo tiene que contratar a empresas particulares”, expuso.
“La concesión que nos dieron para el internet —continuó— fue solo para los lugares donde no hay internet privado; por eso crearon todo este andamiaje de organismos autónomos: para atar al gobierno y que se privatizara todo”.
López Obrador reiteró que las 5,000 antenas serán para llevar los servicios de telecomunicaciones a las comunidades más alejadas, donde no llegan los servicios de las empresas privadas “porque no les resulta negocio”.
“Pero la empresa de la Comisión Federal de Electricidad no tiene fines de lucro. Lo ue nos interesa es que la gente tenga acceso al internet y a la comunicación, a la telefonía celular, porque no hay”, concluyó.
Por Raúl Castro-Lebrija