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En las minutas de su más reciente reunión de política monetaria, el Banco Central mexicano indicó que el balance de riesgos sobre la trayectoria inflacionaria sostiene un considerable sesgo al alza
El grueso de los integrantes de la Junta de Gobierno del Banco de México (Banxico) dijo que el balance de riesgos respecto de la trayectoria prevista para la inflación en el horizonte del pronóstico continúa con un considerable sesgo al alza, y donde el incremento de la inflación responde, en parte, “a un fenómeno global”.
Por votación unánime, en su reunión de política monetaria de agosto, la Junta determinó un alza de 75 puntos base (pb) en la tasa de interés de referencia, a un nivel de 8.50% vigente desde el 12 de agosto, el segundo incremento de esa magnitud, lo cual implanta un récord.
Las minutas divulgadas este jueves señalan que todos los miembros del máximo órgano de decisión del Banxico mencionaron que las expectativas de las inflaciones general y subyacente para 2022 volvieron a incrementarse, por lo que se consigna nuevamente los ajuste al alza dados a conocer el 11 de agosto, donde las expectativas de aumento de la inflación pasaron de 8.1% a 8.5% en el tercer trimestre y de 7.5% a 8.1% para el cuarto trimestre.
Para el 2023, los pronósticos del primero, segundo y tercer trimestres se ajustaron al alza, de 6.5% a 7.1%; de 4.4% a 5%, y de 3.5% a 3.7%, en cada caso.
La mayoría de los miembros de la Junta sigue previendo que la convergencia a la meta de 3% en materia de inflación se alcance en el primer trimestre de 2024.
Hasta esa fecha, sin embargo, la mayoría de los funcionarios mencionó que la inflación subyacente, aquella que marca tendencia en un más largo plazo, continuó en niveles altos, mientras que todos “notaron” que la inflación no subyacente, aquella que mide precios volátiles como los de la Energía y la Agricultura, “sigue en niveles elevados, afectada principalmente por el rubro de bienes agropecuarios”.
Si bien un formulador de la política monetaria del país precisó que entre mayo y julio las expectativas de inflación correspondientes a los próximos cuatro años pasaron de 3.70% a 3.83%, mientras que las referentes a los siguientes 5 a 8 años se ajustaron de 3.50% a 3.57%, algunos consideraron “preocupante el gradual deterioro de las expectativas de largo plazo”.
Con una inflación general y subyacente en julio de 8.15% y de 7.65% la votación unánime del alza de 75 pb en la tasa referencial estuvo respaldada por la gobernadora del Instituto, Victoria Rodríguez Ceja, más los cuatro subgobernadores, Galia Borja Gómez, Irene Espinosa Cantellano, Gerardo Esquivel Hernández y Jonathan Ernest Heath Constable.
Los funcionarios destacaron que, con esta acción, la postura de política monetaria se ajusta a la trayectoria que se requiere para que la inflación converja a su meta de 3% dentro del horizonte de pronóstico.
“La Junta de Gobierno vigilará estrechamente las presiones inflacionarias, así como todos los factores que inciden en la trayectoria prevista para la inflación y en sus expectativas. Ello, con el objetivo de determinar una tasa de referencia congruente en todo momento, tanto con la convergencia ordenada y sostenida de la inflación general en el plazo en el que opera la política monetaria, como con un ajuste adecuado de la economía y de los mercados financieros”, sostuvo el máximo organismo, de acuerdo con los documentos.