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En junio, el índice de precios al productor (IPP) para la demanda final en EU subió un 1.1%, tras el alza de 0.9% de mayo, informó el jueves el Departamento del Trabajo.
Los precios al productor de Estados Unidos aumentaron más de lo previsto en junio, en medio del alza de los costos de los productos energéticos, pero la inflación subyacente al productor parece haber tocado techo consigna información de la agencia Reuters.
Los economistas encuestados por la agencia habían previsto que el IPP subiría 0.8% y que aumentara un 10.7% en términos interanuales. El Gobierno informó el miércoles de una aceleración de los precios al consumidor en junio, con una tasa anual que registró su mayor aumento desde finales de 1981.
El alza de 2.4% de los precios de los bienes representó tres cuartas partes del aumento del IPP. Los precios de los bienes ganaron un 0.4% en mayo y casi el 90% de los incrementos de los precios de los bienes de junio se atribuyó a un repunte del 10.0% en los precios de la energía.
En el mes se produjeron fuertes aumentos en los precios de la gasolina, el diésel, la energía eléctrica y el gas natural residencial. Los precios de los alimentos al por mayor subieron un 0.1% mientras que el costo de los servicios lo hizo en un 0.4%, tras el alza de 0.6% en mayo.
Excluyendo los precios de productos volátiles, en los 12 meses transcurridos hasta junio, el IPP subyacente avanzó en un 6.4%, después de subir a 6.7% en mayo.
El mercado espera que la Reserva Federal aumente su tasa de interés en otros 75 puntos base a finales de este mes en su lucha por enfriar la demanda y reducir la inflación hasta su objetivo de 2%. El banco central estadounidense ha subido su tasa de interés a un día en 150 puntos básicos desde marzo. Pero hasta junio la inflación se está disparando, alimentada por la paralización de las cadenas de suministro mundiales y los enormes estímulos fiscales de los gobiernos a principios de la pandemia del COVID-19.
La prolongada guerra de Rusia contra Ucrania, que ha provocado un repunte de los precios mundiales de los alimentos y el combustible, ha empeorado la situación. Pero hay algunos atisbos de esperanza de que las presiones sobre los precios podrían estar llegando a su punto máximo.
Los precios del crudo han caído bruscamente, y el Brent cotiza por debajo de los 100 dólares por barril, después de haber subido hasta los 139 dólares en marzo, cifra cercana al máximo histórico alcanzado en 2008. Otros precios de las materias primas también se están desplomando.