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Fue hace menos de una década cuando, en medio de la crisis de inseguridad y financiera, la compañía NCR decidió modificar el diseño de sus cajeros automáticos para hacer frente al embate de una mayor criminalidad.
En América Latina, tomando en cuenta la experiencia de países asiáticos y europeos, NCR fabricó cajeros automáticos con programas de cómputo que comenzaron a desafiar a las organizaciones criminales.
Un intenso proceso de bancarización de las transacciones mercantiles en América Latina y la mayor presencia del a banca extranjera impulsó a la industria en la que participan compañías proveedoras de tecnologías y servicios en el sector financiero.
Líder en este sector, NCR cuenta con más de 75 años en el mercado mexicano. Sus operaciones comenzaron en 1935, en medio dela GranDepresión, lo que le ha permitido generar una gran experiencia en el manejo de crisis económicas. Por ello, la debacle de 2008 no sorprendió ni impactó la operación de esta compañía. Lo sorprendente, en cambio, en los resultados de NCR fue que los problemas de seguridad impulsaron a las instituciones de crédito a buscar la mejor opción en el terreno de cajeros automáticos.
Fue en 2004 cuando NCR realizó un estudio en América Latina sobre los eventos que la delincuencia concretaba con más frecuencia en el caso de cajeros automáticos.
Se encontró, entonces, que la apertura violenta de las bóvedas, mascarillas falsas y los asaltos a usuarios eran los ataques más frecuentes. Fue así como se desarrollaron los mecanismos de seguridad de los cajeros automáticos que NCR instaló en México y que, de hecho, representan ya el 70 por ciento del mercado.
Así muchos bancos prefirieron pagar por tecnología más segura. La mala noticia, sin embargo, es que en el mercado bancario aún se presenta el caso de algunas instituciones de crédito que siguen comprando e instalando cajeros automáticos que se importan de países como Brasil, Rusia, India y China, la famosa zona BRIC.
No se trata de tecnología que ingrese al país de manera ilegal, pero el problema es la dificultad para darles mantenimiento, remplazar partes y, sobre todo, hacer frente a los embates de la delincuencia que ha reconocido vulnerabilidades en su operación.
El problema, entonces, se traslada a los usuarios de los servicios bancarios a través de cajeros automáticos que ante un robo tendrán que iniciar procesos de reclamación ante sus instituciones.
América Latina, clave
En entrevista, Elías Silva, vicepresidente para América Latina de NCR, asegura que NCR cuenta con un compromiso a largo plazo en la región. México, dice el ejecutivo de origen brasileño, está creciendo y NCR ha tenido una dinámica muy positiva de dos dígitos.
Al comparar a México con Brasil, Silva, quien cuenta con experiencia en instituciones bancarias de ese país, aseguró que el mercado nacional se encuentra sub-bancarizado. En la actualidad, explicó, se está presentando una migración de las transacciones de las sucursales a los canales, a los cajeros automáticos que se pueden instalar en centros comerciales o en centrales de transporte.
Elias Rogerio da Silva, de hecho, tiene como principal encomienda en el mercado mexicano impulsar las ventas en toda la región de América Latina, considerada como estratégica para la compañía con sede en Estados Unidos.
Elias busca impulsa las ventas de NCR en toda la región a través de un contacto directo con los clientes.
Además, la generación de las llamadas “tarjetas inteligentes” –smarth cards – que en un chip concentran la información clave para el cliente está abriendo otros mercados de mayor seguridad y potencial para los usuarios de los servicios bancarios.
Así, los cajeros automáticos de NCR no son sólo dispensadores de efectivo ni de operaciones bancarias, ahora también buscan generar demanda hacia las instituciones a través de una personalización de las ofertas e información que se entrega a los clientes.
En México, mientras algunos bancos han tenido que invertir en tecnología adicional para cumplir con las disposiciones dela ComisiónNacionalBancaria y de Valores (CNBV), aquellos que optaron por la tecnología de NCR cuentan desde hace dos años con lectores de chip.
Recientemente, el banco HSBC anunció que invertiría alrededor de 360 millones de pesos en la actualización de sus sistemas para la lectura de chips y que lo hacia dos años antes del plazo impuesto por las autoridades. En realidad, si bien se adelantaba a otras instituciones bancarias, sólo está reduciendo la brecha al haber optado por otra tecnología diferente a la que ofrece NCR.
En México, el competidor más cercano de NCR es Diebold. El vicepresidente de NCR para América Latina asegura, sin embargo, que la tecnología de la firma ya no compite sino que complementa y fortalece otras opciones en el mercado. Actualmente, asegura, están vendiendo sus soluciones de informática para su instalación en redes de cajeros de la competencia, lo que les ha permitido incrementar su seguridad.
NCR, dice Silva, invierte entre 3 y 5 por ciento de sus utilidades en tecnología, lo que le ha permitido mantener la actualización de sus sistemas y equipos para hacer frente a la delincuencia y ofrecer el mejor servicio a los usuarios de estos servicios.
Pero Silva no sólo se refiere a las fortalezas de NCR en materia de cajeros automáticos, también habla del monitoreo que aplica la empresa a través de operaciones remotas. De esta forma, se vigila la vida útil de las piezas que permiten la operación de esta tecnología, con lo que se evita la suspensión del servicio.
NCR cuenta en Escocia con un laboratorio que les permite, además, ubicar las vulnerabilidades frente a la delincuencia. En Brasil también se cuenta con instalaciones especiales para el desarrollo de nuevas versiones y tecnologías.