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Por Gustavo Silva
Detrás de una exitosa licitación y ejemplar para el abasto de energéticos que requiere el país y que, además implicó un ahorro muy significativo en recursos de Pemex, hay una historia con pasajes que no terminan de aclararse.
“Actualmente, México debe importar una importante cantidad de gas LP para poder cubrir la demanda del combustible en el mercado nacional”, señaló la paraestatal en un comunicado. Datos de la propia empresa indican que la producción anual promedio de 184 mil barriles diarios, las ventas internas en 2010 fueron de 288 mil barriles diarios.
Para la compra de gas licuado propano (GLP) Pemex Gas y Petroquímica Básica (PGPB) realizó por primera vez una subasta en reversa con lo cual recibirá el suministro de 620 mil toneladas del energético entre abril de 2012 y marzo de 2013.
El procedimiento según estimaciones de la empresa le permita tener un ahorro de 100 millones de dólares, en el periodo. No sólo es relevante el dato en sí mismo, sino porque anualmente se destina un volumen de recursos más elevado para subsidiar el precio del producto. Tan solo en 2010 fue por un monto de 29 mil millones de pesos; se calcula que este año terminará en 35 mil millones de pesos.
La empresa ganadora fue Petredec Ltd. (con matriz en Bermudas), compañía integrada en 1980 por una sociedad entre la brasileña Petrolane y la saudí Redec, con la finalidad de comercializar gas LP en Europa y el Atlántico, según señala en su sitio web.
Petrolane, según declara en su página de internet, se funda en 1991 (sic) como representante de fabricantes de equipos y servicios para la explotación de campos petroleros en la floreciente industria energética brasileña.
Redec es una empresa creada en 1966, propiedad en 60% de Ghaith Rashad Pharaon, quien además es propietario de Attock Refinery Limited (ARL), establecida en Rawalpindi, Pakistán, que tiene una capacidad de refinación de 42,000 barriles por día, según lo reporta la misma compañía.
Ghaith R. Pharaon no es un personaje desconocido en América. En Estados Unidos se mantuvo por varios años en la lista de los “delincuentes de cuello blanco más buscados” por el FBI, hasta 2008. Ahora ya no forma parte del selecto grupo.
Los cargos que pesaban sobre Pharaon fueron de crimen organizado vinculado con el emblemático caso del colapso por 20,000 mil millones de dólares del Banco de Crédito y Comercio Internacional (BCCI), que se convirtió en el mayor fraude financiero de la historia mundial.
Además, Pharaon es un personaje central y multicitado en la investigación de ilícitos y lavado de dinero que realizó una comisión del Congreso argentino, en la que concluye que en 1987 fue recibido por el dictador paraguayo Alfredo Stroessner, luego de prometer una inversión de 300 millones de dólares, para la construcción de un parque de diversiones tipo Disneyworld, operación que se convirtió en “una de las mayores operaciones de narcotráfico en América del sur”.
Pharaon dirige sus empresas y su imagen aparece en el sitio de internet de Attock Refinery Limited, al lado de dos de sus herederos.