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La publicación británica The Economist, con una política editorial considerada conservadora, aseguró hoy que el presidente Andrés Manuel López Obrador quiere regresar el reloj a la década de los setentas.
La revista que se ha caracterizado por mantener una posición crítica al gobierno del presidente López Obrador recuperó las palabras del mandatario respecto a la gravedad de la situación para la contra reforma al sector eléctrico y la urgencia de lograr un cambio.
Cita The Economist que el presidente ha dicho que las reformas constitucionales que ha presentado al Congreso “rescatarán” a México.
Pero el texto The Economist, publicado hoy en su edición digital como una postura editorial, asegura que la contra reforma del presidente López Obrador es “todo lo contrario”.
Y asegura: “Son los planes de López Obrador los que son una grave amenaza, no sólo para la economía sino también para el Estado de Derecho.
“En su forma actual, al menos, harían que la electricidad fuera más sucia y más cara, al tiempo que dañarían la confianza de los inversores y socavarían las instituciones destinadas a mantener a raya a un gobierno sobrecogedor”, dijo la publicación.
The Economist asegur que “López Obrador, un populista de izquierdas, considera que el Estado es el pilar de la economía y la energía la primera industria de México”.
Por ello, asegura, quiere revertir las reformas de los últimos años y devolver a las empresas estatales de petróleo y electricidad la primacía total en sus respectivos ámbitos. El problema es que la liberalización de la generación de energía, en particular, ha sido un enorme éxito. Las empresas a las que se les permitió comprar su propia energía a proveedores privados en lugar de a la compañía eléctrica estatal, Comisión Federal de Electricidad (CFE), vieron caer el precio. La energía que la propia CFE compraba en subasta a las empresas privadas de generación era una de las más baratas del mundo. En 2014 la electricidad costaba más en México que en China y Brasil, según el Banco Mundial; solo dos años después, la energía de México era la más barata, según la publicación que no explica cómo se simuló en muchos casos el esquema de operadores independientes de energía.