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Las instituciones académicas públicas no pueden permanecer ajenas a la transformación del país, aseguró la directora general del Consejo Nacional de Ciencia y la Tecnología (CONACYT), María Elena Álvarez-Buylla al comprometerse al diálogo con la comunidad estudiantil, con sus académicos y con su personal administrativo.
“Este consejo y yo, personalmente, me comprometo establecer estos espacios y esos diálogos directos con las y los estudiantes, con las y los académicos y, por supuesto, y de manera muy importante, porque sin ellos no habría CIDE, con las y los trabajadores administrativos”, se comprometió la directora del CONACYT en un discurso pronunciado durante el nombramiento del nuevo director del CIDE.
La comunidad estudiantil del CIDE convocó hoy a un diálogo a la directora del CONACYT y a su director luego de que durante su periodo como responsable interino de la institución el Doctor José Romero, economista egresado del Colegio de México, se negó a recibir un pliego petitorio presentado por los estudiantes y a escuchar la inconformidad de la comunidad por decisiones que consideran podrían dañar el rendimiento educativo de este centro. Estudiantes de este centro educativo de alto rendimiento se mantienen a las afueras de la sede del CIDE en un paro activo como protesta ante la falta de diálogo frente al nombramiento del nuevo director.
Álvarez-Buylla aseguró que el nombramiento del nuevo director del CIDE se dio, conforme a la norma prevista. Dijo que el Dr. Romero cuenta con las credenciales académicas y la experiencia administrativa para asumir esta responsabilidad.
La directora del CONACYT reconoció que, desde su fundación, en 1974, el CIDE se ha destacado por su rigor y excelencia académicos. Durante casi medio siglo, destacó, el CIDE ha sido reconocido por la calidad académica y técnica y por las valiosas aportaciones de sus investigadoras e investigadores, quiénes, además, han formado nuevas generaciones de estudiantes destacadísimos.
Aseguró que México vive una etapa de profunda transformación, de renacimiento en todos los ámbitos de la vida pública. Afirmó que “el aliento democrático del ciclo iniciado en diciembre de 2018 planteó un cambio de paradigma, que tiene por objeto devolver al quehacer del Estado subjetivo primigenio; la consecución del bienestar social y la vigencia del interés general, del interés público”.
El CONACYT, dijo, busca robustecer la formación profesional de licenciatura y posgrado gratuitas. Por ello, anunció que, a partir del próximo año, nadie tendrá que pagar ni colegiatura ni ningún tipo de cuota en los centros públicos de investigación del Conacyt.
Los estudiantes, reiteró, no tendrán más que pagar esas onerosas cuotas de colegiaturas cuando son aceptados en un centro de investigación como lo es el CIDE: un centro de investigación público.
Durante los últimos dos años, agregó, el CONACYT ha trabajo en reformas para los centros públicos de investigación del Conacyt para que las y los estudiantes gocen del derecho a la educación.
“La educación es un derecho, no es un privilegio y, a partir de 2022, se van a cancelar todas las cuotas de inscripción o de colegiatura que se cobraban, no solamente en el CIDE para los estudiantes que ahí tienen la suerte de poder estar formándose, sino en todos los centros públicos de investigación coordinados por el Conacyt”, apuntó Álvarez-Buylla al informó sobre el nombramiento del doctor José Romero Resumo el doctor Romero Tellaeche como director general del CIDE.
La científica recordó que la educación y formación profesional de licenciatura y posgrado debe ser gratuita y que debe ser entendida como un derecho y no como un privilegio al alcance de unos pocos cuando ésta se imparte desde instituciones públicas como lo es el CIDE.
Estos derechos se deben ejercer, además, en un contexto de garantía del desarrollo de la libertad plena de cátedra, que amplíe los enfoques axiológicos y metodológicos en los que se sustentan las investigaciones y la enseñanza.
El CIDE, que fue reconocido como centro público de investigación en 2001, cuenta con seis áreas de estudio especializadas en la administración pública, la economía, los estudios internacionales, jurídicos y políticos así como la historia, lo que le permite abordar problemas sociales complejos que requieren una solución multidisciplinaria y también diversa desde el punto de vista ideológico, es decir, plural.
Con una plantilla de 118 investigadores, más de 300 estudiantes de licenciatura, casi 150 estudiantes de posgrado y, muy importante, 230 mujeres y hombres dedicadas a labores administrativas y directivas; el CIDE, recapituló la directora del CONACYT, está conformado por mexicanas y mexicanos comprometidos con el rigor metodológico que buscan la resolución de los principales problemas nacionales.
Reconoció, sin embargo, que frente a las inquietudes, a las preocupaciones propias de cualquier campo, quisiera yo comunicarles a todas y a todos los miembros de la comunidad académica, trabajadora y estudiantil del CIDE que cuentan con el compromiso de esta dirección general para brindarles las mejores condiciones para su desarrollo y su desempeño, tanto estudiantil como académico e investigativo, como laboral y para, juntos y juntas, construir, a partir de este importante centro de investigación, una comunidad fortalecida que trabaje a favor del país entero.
La designación del Dr. Romero, insistió, tiene la fuerza y la legitimidad del aliento democrático que sustenta a la actual administración, no solamente del Conacyt sino de este primer gobierno de la cuarta transformación.
“Buscamos garantizar una vida institucional en donde prevalezca, insisto, la pluralidad de pensamiento, la diversidad de enfoques, el ejercicio del debate, la reflexión profunda y pensamiento crítico sobre problemas centrales y urgentes de atender de nuestra realidad social, temas estos centrales, justamente, en la investigación de los colegas de este Centro de Investigación y Docencia Económicas”, aseguró.
Y agregó: “Reconocemos y valoramos la importancia del disenso, por supuesto, de la crítica fundamentada y de la pluralidad de visiones, siempre en el marco de la legalidad y de una plena libertad de expresión y manifestación”.
El CONACYT, dijo tiene como objetivo fundamental la reivindicación del interés público nacional, que requiere de instituciones académicas renovadas y plurales, en sintonía con la variedad de enfoques que caracteriza la conversación actual.
Por ello, se promoverán espacios colegiados de trabajo y expresión para que la comunidad del CIDE desarrolle plenamente su potencial y sus miembros expresen sus necesidades, sus inquietudes.
“Este consejo y yo, personalmente, me comprometo establecer estos espacios y esos diálogos directos con las y los estudiantes, con las y los académicos y, por supuesto, y de manera muy importante, porque sin ellos no habría CIDE, con las y los trabajadores administrativos”, se comprometió la directora del CONACYT.
El resultado será un desarrollo humanístico y científico renovado o libertad de investigación y de cátedra, de los que se beneficiarán la comunidad del propio CIDE y el país, en su conjunto, el pueblo de México.