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El Banco de México (Banxico) dijo el miércoles al presentar su informe trimestral julio-septiembre de 2021 que la economía del País no crecerá a una tasa de 6.2% estimada previamente, sino que ajustó el pronóstico hasta 5.4 por ciento.
La revisión para 2021 responde, principalmente, a un desempeño del PIB por debajo de lo anticipado en el tercer trimestre del año, cuando la economía decreció en -0.4% a tasa trimestral, frente al resultado del indicador oportuno, que apuntaba a un retroceso de -0.2 por ciento.
“Ello fue resultado, en parte, de una desaceleración de los servicios mayor a la prevista, lo cual se puede asociar con el recrudecimiento de la pandemia de Covid-19 durante el periodo.
“A este resultado también contribuyó el menor gasto en los servicios de apoyo a los negocios ante la transición a la nueva regulación en materia de subcontratación laboral”, resaltó el Banxico con relación al impacto de los servicios de “outsourcing” que significó una contracción directa al PIB.
La expectativa de crecimiento del PIB para 2022, por el contrario, pasa de 3% a 3.2%
“Ante la incertidumbre que persiste alrededor de la dinámica prevista para la actividad económica, se consideran intervalos simétricos amplios alrededor del escenario central, siendo más acotado el del año en curso, dada la mayor información disponible, de modo que el crecimiento podría ubicarse entre 5.0 y 5.7% en 2021, entre 2.2 y 4.2% en 2022 y entre 1.7 y 3.7% en 2023”, explicó.
El Instituto Central anticipa que durante el último tramo de 2021, esto es, entre octubre y diciembre, la actividad económica retome su ritmo de expansión, apoyada tanto por la demanda externa, como por la interna, aunque con diferencias entre sectores. Agregó que espera que la demanda externa se vea apoyada por una expansión de la actividad industrial de Estados Unidos, mientras que, con relación a la demanda interna, se prevé que los avances en la campaña de vacunación y la gradual disminución del número de nuevos contagios por Covid-19 contribuyan a una “normalización” en las condiciones de oferta y a una recuperación en la demanda, particularmente del gasto en servicios.
“No obstante, se considera que la economía mexicana continuará enfrentando un entorno complejo en el horizonte de pronóstico, toda vez que se prevé que prevalezcan diversos cuellos de botella en la producción, así como incertidumbre a nivel global en torno a la evolución de la pandemia y la aparición de nuevas variantes del virus”, explicó.
En el rubro de empleo, el Banco Central mencionó que, con base en las previsiones de la información más reciente sobre el número de puestos de trabajo afiliados al IMSS, para 2021 se espera un crecimiento de entre 730,000 y 880,000 puestos de trabajo, que compara favorablemente con el informe previo, que suponía entre 640,000 y 840,000 empleos.
Para 2022, se espera una variación de entre 560,000 y 760,000, también por arriba del informe anterior de entre 500,000 y 700,000 puestos de trabajo. Para 2023 se espera una variación de entre 510,000 y 710,000 nuevos empleos.